La
gratitud es la virtud por la cual una persona reconoce, interior y
exteriormente, los regalos recibidos y trata de corresponder en algo por lo que
recibió. Esencialmente, la gratitud consiste de una disposición interior, un
corazón agradecido, pero cuando es genuino trata, de alguna forma, de
expresarse en palabras y en obras. Consecuentemente, incluye tres elementos:
reconocimiento de que un regalo ha sido recibido; apreciación expresado en
agradecimiento; y en cuanto sea posible, regresar de alguna manera lo que se le
ha dado de forma gratuita sin ninguna obligación de parte del dador.Puede
ser la consecuencia de un sentimiento de estar en deuda hacia otra persona por haberte
cuidado de alguna forma. Pero si miras más a fondo descubrirás que se debe a
una consciencia de conexión con todo el universo.
La
gratitud fluye cuando rompes tu estrecho círculo de ideas y opiniones, tan egocéntrico
y comprendes que mas allá de las intenciones incluso mas allá de la simple
existencia de tantos millones de personas mas allá de las pautas de
comportamiento establecida y de las reacciones químicas, se te ha dado el
milagro de vida con toda la bondad que ella conlleva.
Tomar
consciencia de las bendiciones que hemos recibido y revelar que incluso un mal día
o una mala experiencia está llena de regalos preciosos por descubrir.
Cuando
despiertas a la verdad de esta increíble interconexión, te llenas espontáneamente
de alegría y de afecto. Por este motivo una de las practicas mas enriquecedoras
que podes realizar es el cultivo de la gratitud. Patanjali escribió que
santosha (contento o aprecio por lo que se tiene) conduce a una alegría sin límite,
mientras que otros textos yoguicos afirmas que este sentido de aprecio es la alegría
suprema que lleva naturalmente a la consecución de lo absoluto.
Afortunadamente
la gratitud puede cultivarse simplemente a través de su práctica.
Para
empezar a cultivar la gratitud debes prestar atención a lo que tienes y a lo
que eres y a lo que has recibido.
Simplemente dar las gracias
Dedica
por lo menos 30 minutos por día preferentemente al final la jornada para hacer
tu auto reflexión.
Siéntate
cómodamente con los ojos cerrados, concentrándote unos momentos en tu respiración,
mantra o cualquier otra técnica que normalmente utilices para centrarte. Cuando
sentís que estas tranquilo entonces hazte estas tres preguntas…
· ¿Qué he
recibido hoy?
Se
especifico y piensa en todas las cosas que puedes recordar.
Puede
ser algo sencillo como una sonrisa, el canto de un pájaro al amanecer o que el
conductor del colectivo te espero en la parada para que te subas sin retraso. Recuerda que no importa la motivación
por lo que te dieron algo. Basta que los actos de otros te hayan beneficiado.
Comprueba
que cosas no apreciaste lo suficiente cuando las recibiste. Recordar en que
estaba tu mente en el momento de recibir el beneficio.
Solemos
vivir como si el mundo nos debiera todo. Cuando reflexiones sobre lo que se te
ha dado hoy, te darás cuenta de que somos nosotros los que debemos
infinitamente al mundo. Esta consideración va mas allá de la humildad, descubrirás en ti un sentimiento
profundo de gratitud y un deseo natural de ser generoso en el servicio a los demás.
· ¿Qué he dado
hoy?
Repasa
los acontecimientos del día de la misma forma, pero en esta ocasión piensa en
lo que has dado a los demás. Se tan especifico y concreto como puedas. Como antes
tu motivación para dar no cuenta. Desde lo más sencillo como cuidar a tus
animales como lavar los platos de la familia hasta enviar un saludo a un amigo
que cumplía años. Descubrirás que sin actos heroicos has contribuido al
bienestar de muchas personas y animales. O sea que has hecho algo positivo por
el planeta.
· ¿Qué dificultades
y problemas he causado hoy?
También
aquí debes ser lo más especifico y puntual posible. No supervalores o infravalores. Trata
de ser objetivo. Puedes reflexionar en situaciones como atascar el tránsito
para estacionar hasta sacar a los gatos del sillón en el que dormían para
sentarme yo. Darme cuenta de los pequeños egoísmo es una tarea difícil pero no
puede ser pasada por alto. Puede que surja el remordimiento pero el objetivo es
conseguir que seas más realista con tu vida.
En
general somos conscientes de cómo los demás nos ocasionan problemas y
dificultades pero rara vez reconocemos los problemas y dificultades que
ocasionamos a los demás. Pero si logras darte cuenta tu ego se desinflara un
poco y recordaras que la vida te ha concedido muchas gracias.
Puedes
reflexionar sobre todas tus relaciones haciéndote estas preguntas, incluyendo
familia, amigos, colegas, parejas, mascotas, plantas e incluso objetos. Puedes reflexionar
sobre acontecimientos de un día, una persona o una visita familiar.
Recuerda
que esta práctica meditativa consiste en no analizar tus motivaciones o
intenciones sino en evitar que interpretes o juzgues. Simplemente estas
trasladando tu atención desde el pensamiento centrado en el yo para considerar
las cosas tal y como ocurres y , como todas las tradiciones del yoga indican,
encontraras la sabiduría y la liberación.
Una
de las claves del respeto, y por consiguiente de la alegría interna y la
iluminación, es aprender a ser agradecido y a dar las gracias con gratitud y
con una adecuada comprensión. Ciertamente me dirán que algunas veces no hay por
qué dar las gracias, y que eso cultiva una actitud inocente, pasiva y débil. En
verdad, la gratitud es todo excepto debilidad. Abre la puerta a una ciencia y
conocimiento superiores. Un acto emanado de la gratitud es siempre beneficioso
y bello. No saber dar las gracias no significa fortaleza en lo absoluto, sino
debilidad. Una persona prisionera de su descontento cae en estados mentales
negativos que le roban su fuerza y su energía.
La
expresión "gracias" no es una mera frase educada y convencional. Es,
por sobre todo, una frase mágica, un encantamiento sagrado, un poderoso mantra
trasmitido a todas las personas por los grandes maestros espirituales y sus
discípulos más iluminados. Sí, muchas costumbres de la vida que practicamos en
forma inconsciente fueron originalmente instituidas por seres de luz que
deseaban ayudar a la humanidad. La expresión "gracias" tiene el poder
de abrir la conciencia y despertar a la verdadera riqueza. Aquellos que saben
dar las gracias cuando caen en las pruebas, demuestran su valor interno y su
conexión con una conciencia superior. Un agradecimiento tal debe provenir de
una clara conciencia y de un perfecto conocimiento de las leyes de la vida.
Entonces posee el poder alquímico para transformar las situaciones y los
estados mentales.
Cuando
se dice de la forma correcta, el agradecimiento tiene la virtud de purificar el
alma terrenal y las relaciones entre los seres. Dar las gracias a alguien es
purificar la atmósfera entre tú y esa otra persona. Algunas veces incluso puede
sanar relaciones karmáticas y situaciones difíciles. "Gracias" ejerce
un poder liberador; permite el desapego, el abandono (o la aceptación de las
cosas), y facilita el perdón.
Puede convertirse en una verdadera bendición para
uno mismo y para otros; puede ser una muralla de defensa contra las fuerzas de
la oscuridad que con frecuencia tratan de interferir en nuestras vidas para
perturbar furtivamente, complicarlo o destruirlo todo. Por medio de la
gratitud, también se puede crear una firme base --una sobre la cual se pueda
construir una vida útil, armoniosa, rica y consciente--, en el aspecto
psicológico de la vida.
Las
virtudes de la gratitud son demasiado numerosas para describirlas; lo más
sencillo es conocerlas por experiencia propia, poniendo en práctica la
gratitud. Sin duda que necesitaremos una nueva percepción del mundo mucho más
espiritual y sutil. Es en el mundo invisible donde el agradecimiento adquiere
todas sus dimensiones. Por supuesto, si vivimos sin espiritualidad, sin
conciencia, si damos la espalda al mundo invisible, admito entonces que dar las
gracias pueda convertirse en una debilidad: para un ignorante, el
agradecimiento es la muerte. Pero creo que nosotros aún no llegamos a esto.
Para
quienes están conscientes de su espiritualidad y, por tanto, de la parte más
sutil de su ser y de la vida, agradecer es incrementar la intensidad de la
vida. El descontento estrecha la vida, mientras que la gratitud la expande, la
aumenta, incrementa la alegría, y abre las puertas del infinito, del amor.
Aquellos que reciben amor con gratitud lo reciben doblemente, mientras que
quienes están descontentos lo pierden. La gratitud es el arte de saborear la
vida con agrado; es también una aceptación inteligente y trabajo sobre uno
mismo. El niño pequeño que recibe muchos cuidados no puede tener recogijo,
mientras crea merecerlo todo. Vivir una mentira es sentenciarse uno mismo a
infortunios y a desilusión.
Estoy
convencido de que la alegría depende de nuestra actitud en la vida. Si tu
agradecimiento contiene todo lo que es del cielo, entonces se convierte en una
fabulosa oración y en un regalo de amor. Quien pronuncia las
"gracias" de esta manera, comprende que nada en esta tierra le
pertenece, y que todo es un regalo de los seres superiores que velan por él. Ni
siquiera su cuerpo, sus pensamientos o sus deseos le pertenecen. Dar las
gracias por todas estas bendiciones es estar en camino de adquirirlas
verdaderamente, y de hacer algo positivo con ellas. Cuando el agradecimiento se
transforma en una oración, adquiere el poder de triunfar sobre las fuerzas
oscuras y los estados mentales negativos que envenenan la vida.
Cada
vez más y más, el mundo se asemeja a una selva infestada de insectos y animales
extraños, hasta el punto de encontrarse uno en situaciones donde los estados
mentales oscuros invaden la conciencia y la sensibilidad como una nube de
mosquitos, en forma cada vez más frecuente. Ya no sabemos cómo escapar a esos estados
destructivos. El gran agradecimiento "aquel que conoce el sendero hacia el
mundo superior invisible" puede liberarnos. Repito lo que digo, porque
para mí el agradecimiento que se eleva al cielo con respeto y gratitud es la
oración más hermosa. Ahora, es la oración más eficaz para sacar a los seres
humanos del control de las fuerzas oscuras y los estados mentales negativos. La
palabra "gratitud" también significa renacer a uno mismo.
Finalmente
debemos comprender que hemos permitido una forma de vida artificial que
incrementa el desarrollo de la negatividad. Por eso, tanto en el futuro como en
el presente, las técnicas de alquimia interna serán cada vez más
indispensables. Sin ellas, será imposible luchar para mantener la propia
dignidad, el tesoro del alma, la belleza interior. Debemos reinventar una nueva
forma de vivir en la tierra para poder recobrar las fuerzas del alma que abren
las puertas del cielo y de la iluminación. Esta es una necesidad para el
futuro.
Cuando
los seres humanos llevan el cielo y la tierra dentro de sí mismos, no hay
fuerzas negativas que puedan penetrar en ellos. Entiéndanme bien: para mí el
descontento es una fuerza negativa. Claro que hay un tipo de descontento que es
beneficioso, porque permite ponernos a trabajar aún más para alcanzar la
perfección, pero este descontento es mesurado y controlado, es una herramienta
de la creatividad. No estoy refiriéndome a éste, sino al que invade el alma y
lleva al servilismo, cerrando las puertas a la inteligencia superior.
"Gracias"
es una palabra que une al cielo y la tierra. Cuando el agradecimiento es
sincero y está lleno de fuerza vital, tiene el poder de tocar y despertar ese
centro íntimo que radica en el estómago y que los japoneses denominan el
"hara". La verdadera fuerza proviene del profundo agradecimiento que
toca el centro del ser uniendo cielo y tierra. Quien sabe cómo agradecer a la
tierra, halla el fundamento de la vida psicológica. La tierra limpia, purifica
y sana muchos problemas psicológicos, e incluso enfermedades físicas, porque
ambos están estrechamente relacionados.
Quien
sabe cómo agradecer a la inteligencia de los cielos halla dirección en su meta
en la vida. Es una luz que ilumina con verdadero conocimiento. Todo lo que
necesitamos hacer es ponernos a trabajar. Muchas cosas en nuestra vida dependen
de la forma en que dirigimos nuestras energías. La inteligencia no radica en
digerir las cosas como una cotorra, sino en la capacidad de comprender el
significado positivo de la vida y caminar en esta dirección por nuestro bien,
por el de los demás, y por el mundo. Todos en la tierra deben ofrecer sincero y
cálido agradecimiento a todos los seres -- no al pequeño ser artificial en
ellos, sino al Innombrable, omnipresente. La aceptación de lo divino, sublime,
infinito, inmortal, a través de todos los seres humanos y a través del Todo es
la perfección del agradecimiento.
Antiguo Ejercicio Esenio de
Purificación y Salud
Párate
en medio de la naturaleza viviente, entre el cielo y la tierra.Siente
la tierra bajo tus pies; siente como la tierra te carga y te sostiene.
Siente
el cielo infinito sobre ti; te inspira, te mejora, te eleva.
En
el cielo, piensa en el origen de tu espíritu y de tu inteligencia.
En
el cielo, piensa en el origen de tu alma eterna, de la más elevada conciencia
universal.
En
la tierra, piensa en el origen de tu alma terrestre, en tu conciencia
individual.
Siéntete
como una unión viviente entre las fuerzas del cielo y de la tierra, del infinito
y de lo que está en desarrollo.
Arrodíllate
en la tierra, y con tu mano derecha cava un pequeño hoyo en la tierra.
Coloca
las dos manos juntas sobre tu pecho (el corazón místico), en señal de oración y
de unión interna con el cielo y la tierra dentro de ti.
En
esta postura sagrada, permite que una hermosa luz, la fuerza, la presencia del
cielo, fluya a través de ti: el omnipresente Padre de todos los seres
vivientes. Imagina una luz diamantina, transparente como el agua pura.
Inclínate
con amor sobre la Madre Tierra, y coloca tus manos alrededor del pequeño hoyo.
Inclínate sobre la tierra y coloca tu boca entre tus manos.
Ofrécele
con tus palabras a la tierra el agradecimiento del cielo a la Madre Tierra;
ofrécele también el agradecimiento de tu corazón y, a través de ello, del
corazón de la humanidad.
Pronuncia
las palabras:
"Madre
Tierra, yo te ofrezco mi agradecimiento con todo mi corazón, y a través de él
del corazón de todos los hombres y las mujeres. Que todos los seres que llevas
en tu seno protejan, nutran y bendigan todo lo que crece."
Acuéstate
después sobre la tierra y abandónate sobre ella. Que tu cuerpo y tu alma
nacidos de ella sean uno con la Madre Tierra y su oculto esplendor.
Piensa y di:
"Madre
Tierra, elimina todas mis enfermedades y mis faltas según tu voluntad, para que
pueda recibir la bendición del espíritu divino y trasmitirla a todos los seres
vivientes, según tu voluntad".
Manténte
en comunión, en silencio, mientras dejas que la tierra te purifique
completamente.
Pónte
nuevamente de rodillas y coloca tus manos frente a la rosa solar del corazón.
Piensa
en tu espíritu, siente tu alma, y di con tu fuerza vital:
"Con
amor y gratitud,
te
ofrezco mi amoroso agradecimiento lleno de luz.
A
la Madre Tierra, gracias;
al
agua de la vida, gracias;
al
precioso aire, gracias;
al
fuego sagrado, gracias;
a
los minerales, gracias;
a
las plantas, gracias;
a
los animales, gracias;
a
la humanidad que camina por el sendero de la evolución, gracias;
a
todos los ángeles, gracias;
a
la inteligencia cósmica que creó mi pensamiento, gracias;
al
océano de amor que creó mi sensibilidad, gracias;
a
la vida universal que impregnó mi futuro con la semilla de la individualidad,
gracias;
a
todos los seres del mundo, doy las gracias en Él, la única Fuente que unifica a
todos los seres en su origen y propósito".
Cruza
los brazos sobre tu pecho, inclina ligeramente tu cabeza, y pronuncia la
palabra de cierre: "Amen".
Entonces,
rellena de nuevo el agujero que cavaste para hablar con la Madre del mundo.
Por medio de la práctica de estos ejercicios,
que son totalmente compatibles con nuestra vida contemporánea, notarás que
recibes una fuerza de balance y armonía que te permite estar más equilibrado y
ser tú mismo en la vida. La técnica de la gratitud permite que uno desarrolle
una mayor sensibilidad hacia el mundo superior. No es un sentimentalismo poco
saludable, sino un despertar que proviene de una mayor lucidez, más fortaleza,
más bondad. Nuestra vida es nuestra vida. Somos nosotros quienes tenemos que
vivirla, nadie más. Pero es obvio que para vivir la vida de una forma
armoniosa, necesitamos fortaleza y lucidez. La técnica de la gratitud nos
permite obtener esto, y aún más.
Uno
generalmente siente temor de la sensibilidad, porque piensa que mientras más
sensible sea una persona, más infeliz y enferma estará. Por supuesto que si el
agradecimiento no se expresa de la forma correcta puede enfermar, porque las
energías no están dirigidas hacia el espíritu del cielo, sino que permanecen
inconscientes y en forma demasiado personal. Quien piensa que él o ella es el
centro del mundo, cuando da las gracias solamente expresa una frase muerta
educada y convencional, para esconder el verdadero ser que él o ella es, por la
pura apariencia.
El
verdadero agradecimiento abre la percepción de la belleza, de la sabiduría, de
la grandeza y del amor. Si un ser humano ya no percibe la realidad de mundo
superior omnipresente, está perdido. Es solo cuestión de tiempo que la caída
sea inevitable. Sólo el cultivar correctamente una mayor sensibilidad pueden
llevar a la humanidad hacia una verdadera evolución de luz y armonía, y
permitirle superar todas las pruebas y las tentaciones.
Una
fuente de bienestar y de gran beneficio para la vida es ofrecerse a sí mismo
unos momentos de soledad en los que se pueda cultivar la armonía y el bien
original en calma y en silencio, y cuando pueda pronunciarse la mágica frase
del gran agradecimiento. Luego podemos compartir esto con otros a través de
simples actos, de palabras amistosas, de cálidas sonrisas llenas de luz que
provienen de un mundo donde lo humano reina.
Naikan, una reflexión sobre nuestra
vida.
Naikan
es un método japonés de reflexión sobre nuestra vida entera, con el que
repasamos las relaciones más importantes que hemos tenido desde que nacimos
hasta la edad actual.
Es un método estructurado de reflexión sobre
uno mismo que nos ayuda a comprender mejor las situaciones problemáticas del
presente y pasado. Usted se puede preguntar ¿Porqué es importante examinar las
relaciones del pasado?
Si a caso sería más adecuado inspeccionar y
reflexionar las relaciones actuales porque los problemas los tenemos ahora ¿no?
Sin embargo la realidad es que los problemas del presente se originan por roces
en las relaciones humanas mucho antes del momento actual.
Naikan ayuda a ver nuestra propia película de
la vida. Nos permite entender cómo los sucesos se encadenan uno a otro y
comprender por qué tenía que pasar todo esto.
Si los problemas nos vienen encima uno y otro
sin parar es quizás el aviso de que tenemos que repasar nuestra vida, de cómo
hemos vivido. Así aprendemos nuevas formulas para vivir mejor...
El
método fue creado por el maestro Japonés, Ishin Yoshimoto, a finales de los
años 60. Después de 20 años de desarrollo e investigación personal de la
antigua meditación budista (un método arduo y difícil de practicar), creó el
método de introspección Naikan actual con las tres preguntas, fácilmente
accesible para todos. Su deseo era que Naikan se extendiera por todo el mundo y
que cualquier persona pudiera llegarlo a conocer.
Hoy existen unos 40 centros Naikan en Japón y
actualmente el programa de Naikan se aplica activamente en campos tan variados
como la psiquiatría, la psicología, el sistema educativo, la economía, la
criminología, reintegración social, espiritualidad, conflictos familiares y
tantos otros...
En 1978 fue fundada la asociación japonesa de
Naikan que organiza el Congreso Nacional de Naikan una vez cada año. En 1991 se
celebró el primer Congreso Internacional de Naikan en Tokyo. Desde entonces se
realiza cada 3 años en países distintos.
Naikan ha arraigado en Europa, con centros de
Naikan establecidos en Austria y Alemania. En España Hideo Asai introdujo este
método en los años 90 y actualmente es el único lugar donde se instruye (Dojo
Asai de Sils, Girona).
Todo
lo que necesitamos para ser felices está en nuestro interior; pero a menudo
nosotros mismos hemos engendrado nuestra insatisfacción, sufrimiento e
infelicidad, y por ello somos también nosotros mismos quienes podemos superar
esos sentimientos.
El naikan es un método japonés de
introspección sencillo e intensivo que ayuda a enfrentarse al propio yo de una
forma serena y apacible y conduce a sanar las heridas más antiguas del alma y
recuperar la fuerza y la alegría de vivir.
El naikan clásico -suchu naikan- dura una
semana... Durante esa semana se trabaja cada día intensivamente. La sesión
empieza a las seis de la mañana y termina a las nueve de la noche, de modo que
en total se realiza un trabajo con uno mismo de unas 100 horas.
Cada practicante tiene su propio espacio, de
unos 2m, delimitado por un biombo, a fin de no recibir ningún estimulo del
mundo exterior. Su tarea durante el retiro consiste en examinar las relaciones
más estrechas y significativas de su vida -la convivencia con la madre, el
padre, los hermanos y hermanas, la pareja, los hijos, los amigos- en periodos
sucesivos de cinco años.
Por ejemplo, cuando el practicante encara la
relación con sus padres, empieza con la madre y examina el periodo que va del
nacimiento a los cinco años, luego de los seis hasta los diez, etc., hasta
llegar al momento presente o hasta la fecha de la muerte de su madre.
3 PREGUNTAS CLAVE
La introspección, Naikan debe centrarse en el
propósito de dar respuesta a tres preguntas en relación con esa persona y
durante ese periodo:
. ¿Qué hizo por mí esa persona durante ese
periodo?
. ¿Qué hice yo por ella durante ese mismo
periodo?
. ¿Qué dificultades le causé en este periodo?
A
cada periodo de cinco años se dedica aproximadamente una hora y media de
análisis y reflexión. Al cabo de esa hora el practicante recibe la visita del
guía, a quien debe responder de forma breve las tres preguntas naikan.
El guía de naikan se limita a acompañar al
practicante en su camino y a escucharle con el corazón. Su tarea no consiste en
analizar o evaluar resultados. Al fin y al cabo, es el practicante quien va
descubriendo qué ha sido correcto a su juicio y qué no en su comportamiento
ante la vida. Por ello, durante el retiro naikan crece la confianza en la
propia capacidad de observación y valoración, lo que se convierte en una base
sólida para reorientar el futuro.
EL PROCESO HACIA LA ALEGRÍA
El practicante sólo tiene contacto con el
guía, únicamente habla con él y no con los demás practicantes, aunque todos
llevan a cabo su naikan en la misma sala. Durante esa semana normalmente no se
establece ningún contacto con el exterior, no se escucha la radio ni se ve la
televisión ni se lee ningún libro por la noche para distraerse. Sin embargo,
los participantes no se aburren: su propia vida es la historia más interesante,
aleccionadora y emocionante que puede existir.
Con frecuencia las emociones humanas negativas
provienen de los deseos e impulsos personales contrariados -sobre todo en la
primera infancia- que, al no poder materializarse, producen todo tipo de
desequilibrios, bloqueos, frustraciones, insatisfacciones y miedos. Esa
negatividad se traduce en quejas, celos, pesimismo, falta de energía, estrés,
autocompasión o malhumor.
LA FUENTE INTERNA DE LA GRATITUD
Al reflexionar sobre el pasado con el método
naikan la mayoría de personas podemos darnos cuenta de que a lo largo de
nuestra vida hemos recibido ayuda, amistad y amor de muchas otras personas.
Gracias a ello, hemos crecido y vivimos en el presente. Hacernos profundamente
conscientes de ese hecho origina un sentimiento natural de gratitud y humildad
hacia el entorno que transforma nuestra relación con la vida y nos conduce a
vivir positivamente, al tiempo que nos descubre una fuente de alegría a la que
siempre podremos acceder.
El naikan puede ayudar a reconciliarse con el
pasado y a profundizar en el interior de una forma tanto o más intensa y
efectiva que la psicoterapia occidental. El naikan no cambia la vida, sino la
percepción que se tiene de ella. Lo que tiene valor para una persona recibe
alimento y protección, lo que está contra nosotros pierde su poder y se deja
atrás. En consecuencia, el entorno también empieza a transformarse
positivamente.
El método naikan hace tiempo que se desligó de
sus raíces en la tradición del budismo. Es una técnica universal, accesible a
todo el mundo, que no exige comulgar con ningún credo ni adoptar una doctrina
determinada. Tampoco es necesario haber practicado meditación ni poseer una
capacidad de concentración especial. El practicante sólo debe estar dispuesto a
enfrentarse a sí mismo en silencio y aceptar lo que va descubriendo. En sólo
una semana de retiro puede hallar la paz consigo mismo, requisito para vivir en
paz con los demás.
OTRA PERCEPCIÓN DE LA VIDA: Naikan está
indicado para todo aquel que se quiera conocer un poco más y funciona
especialmente bien en momentos críticos de la vida, como las rupturas
sentimentales, los cambios laborales y las readaptaciones. El único “precio”
que exige es que se esté dispuesto a mirar hacia dentro de uno mismo y a ir
aceptando sin prejuicios todo lo que se vaya encontrando. Al final el rencor y
la autocompasión van desapareciendo y en su lugar aparece una sensación de
gratitud y plenitud. Lo que tiene valor para el practicante se conserva y todo
aquello que le perjudica pierde su poder y se deja atrás. En consecuencia, el
entorno también empieza a transformarse positivamente. “La mente, en un proceso
natural –según Asai–, tiende a hacernos sentir víctimas frustradas y desgraciadas.
Naikan ayuda a ver los hechos de manera equilibrada, desde la serenidad y la
tranquilidad internas. Incrementa la confianza en la propia capacidad de
observación y valoración. Percibimos las cosas de forma diferente y esto se
convierte en una sólida base para reorientar el futuro de la persona.”
Algunas
de las psicoterapias occidentales parecen obsesionadas con descubrir qué
problemas nos causaron nuestros progenitores. Aunque se sabe que los padres
pueden provocar dificultades a los hijos, la técnica de meditación Naikan
intenta dar una visión más equilibrada de nuestro pasado, reflexionando también
acerca de todo aquello que nos aportaron nuestros tutores y los problemas que
les causamos.
Este
método nos permite ser conscientes de la ayuda, la amistad y el amor que hemos
recibido, originando un sentimiento de gratitud y humildad que transforma
nuestra relación con la vida y que nos conduce a enfrentarnos a ella de una
forma más positiva.
FUENTES:
http://www.masalladelaciencia.es/hemeroteca/meditacion-naikan-la-mirada-interior_id26180/introduccion_id427896.html
http://www.essenespirit.com/spanish/gratitud.html
REVISTA YOGA &
MENTE SANA de YOGA JOURNAL, GUIA N°28, AÑO 2011.