Las bebidas gaseosas se consumen en grandes
cantidades en todo el mundo, especialmente en occidente. Su gran consumo de
debe principalmente a la inmensa campaña promocional que las industrias imponen
en la sociedad y al desconocimiento por parte de esa sociedad de los efectos
adversos que trae el consumo de estas bebidas para nuestro organismo.
Sabrosas como son las bebidas carbonatadas, se debe conocer el efecto de sus ingredientes y no permitir que esta bebida reemplace nutrientes naturales de una dieta, dado que puede tener efectos sobre nuestra salud.
Características de los ingredientes principales
utilizados en la elaboración de las bebidas gaseosas
¿Qué
efectos producen las bebidas gaseosas en la salud?
Obesidad
Las bebidas gaseosas tienen grandes cantidades
de azúcar refinada (sucrosa y almíbar de maíz de alta fructosa). La fructosa
afecta los niveles en sangre de hormonas como la insulina, leptina (hormona que
inhibe el apetito) y grelina (hormona que estimula el hambre).
De acuerdo a varios estudios, debido al efecto de la fructosa sobre las hormonas, el consumo prolongado de productos con mucha energía proveniente de la fructosa, juega un rol fundamental en la ganancia de peso y la obesidad.
De acuerdo a varios estudios, debido al efecto de la fructosa sobre las hormonas, el consumo prolongado de productos con mucha energía proveniente de la fructosa, juega un rol fundamental en la ganancia de peso y la obesidad.
Una lata de 12 onzas (355 ml) contiene
aproximadamente 10 cucharitas de té de azúcar y aporta 150 calorías. Su consumo
agrega calorías innecesarias para la dieta cotidiana. Esto sumado a la falta de
ejercicio y a la genética de cada individuo puede contribuir a la obesidad.
Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de
diabetes, problemas cardíacos, infarto, cáncer y otras enfermedades y causa
problemas sociales y psicológicos. Tiempo atrás la diabetes tipo 2, era una
enfermedad propia del adulto, pero hoy en día, lamentablemente, hay niños y
adolescentes que la padecen. Definitivamente para ayudar a perder peso, la
gaseosas debería reemplazarse por agua.
En el pasado, el consumo de gaseosas, sobre todo en los niños, estuvo asociado a situaciones de fiesta y celebración. El destapar una botella de gaseosa era motivo de alegría en una ocasión especial. El problema es que en los últimos años, (y para la bonanza económica de los fabricantes) ese consumo esporádico y ocasional se ha vuelto diario y de rutina, cosa que de acuerdo a tres recientes investigaciones que vamos a describir hoy, explica en parte la creciente epidemia de obesidad en la sociedad.
En el pasado, el consumo de gaseosas, sobre todo en los niños, estuvo asociado a situaciones de fiesta y celebración. El destapar una botella de gaseosa era motivo de alegría en una ocasión especial. El problema es que en los últimos años, (y para la bonanza económica de los fabricantes) ese consumo esporádico y ocasional se ha vuelto diario y de rutina, cosa que de acuerdo a tres recientes investigaciones que vamos a describir hoy, explica en parte la creciente epidemia de obesidad en la sociedad.
El problema con las gaseosas y jugos
artificiales azucarados es múltiple.
En primer lugar, tienen un alto contenido de
azúcar, una sola lata de gaseosa tiene en promedio, de 10 a 12 cucharaditas de
azúcar. Imagínate que al té o café de la mañana le pongas 12 cucharaditas de
azúcar, difícil, ¿cierto? El exceso de azúcar que se consume con las gaseosas o
jugos artificiales azucarados se almacenará en el cuerpo en forma de grasa, y
se producirá el sobrepeso u obesidad.
En segundo lugar, un exceso en el consumo del
tipo de azúcar que se usa en las gaseosas (jarabe de maíz con fructosa
concentrada) puede ser tóxico para el organismo a varios niveles. Puede
ocasionar hígado graso y aumento de los triglicéridos, y obviamente, obesidad.
En tercer lugar, el tamaño de los envases de las
gaseosas ha ido aumentando progresivamente. En 1894, cuando se inventó la Coca
Cola por ejemplo, la botellita tenía solo 6.5 onzas (192 centímetros cúbicos) y
79 calorías. Ahora las latitas tienen 12 onzas (355 centímetros cúbicos) con
140 calorías, las botellas plásticas pequeñas tienen 20 onzas (591 centímetros
cúbicos) con 250 calorías y hay envases de uno y dos litros, llamados envases
familiares. Además en muchos restaurantes de comida rápida venden enormes envases
individuales de gaseosas, que pueden contener hasta un litro de bebida.
En cuarto lugar, el mercado de las gaseosas ha
sido muy exitoso. Las compañías han logrado posicionar las gaseosas como
productos de uso diario, asociados a la felicidad (Destapa la Felicidad de la
Coca Cola), al orgullo nacional (Inca Kola la bebida de sabor nacional) o a la
música o las actividades juveniles o deportivas. Al igual que el cigarrillo,
las campañas del mercado han logrado convencer al público que “es normal” que se
consuman gaseosas todo el tiempo.
En 1980, en México habían muy pocos obesos. En
1999, ya el 30% de los mexicanos eran obesos. Increíblemente, en el 2006 el 66%
de los mexicanos ya tenían obesidad. Este es un ritmo extraordinario de
crecimiento de obesidad, un verdadero record mundial.
México es considerado el país con más consumo de
bebidas gaseosas per cápita del mundo, calculándose que cada mexicano toma
medio litro de gaseosa al día, lo cual equivale a 15 cucharadas de azúcar
diaria.
Se puede ver como en las escuelas, los niños
mexicanos más pobres toman Coca Cola en vez de agua y como la Coca Cola ha
logrado una penetración extraordinaria en el sistema escolar mexicano gracias a
que su previo director, llegó a ser el presidente de la república.
No estamos diciendo que el consumo de gaseosas
sea la única explicación de la obesidad en México. De acuerdo a Alejandro
Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor:
“toda la dieta tradicional en México, que era
muy nutritiva (el maíz y el frijol daban una proteína excelente), se está
perdiendo con la urbanización y la comercialización.
Lo que gana mayor presencia son todos los productos procesados industrialmente. Hubo un desplazamiento y en catorce años cayó un 30% el consumo de frutas y verduras, en veinte años cayó un 50% el consumo de frijol que era el pilar de la alimentación junto con el maíz y en catorce años aumentó 40% el consumo de refrescos. Entre la población más pobre, el consumo de refresco en catorce años creció 60%. Esto tenía que impactar en algo y lo hizo en la salud.”
Lo que gana mayor presencia son todos los productos procesados industrialmente. Hubo un desplazamiento y en catorce años cayó un 30% el consumo de frutas y verduras, en veinte años cayó un 50% el consumo de frijol que era el pilar de la alimentación junto con el maíz y en catorce años aumentó 40% el consumo de refrescos. Entre la población más pobre, el consumo de refresco en catorce años creció 60%. Esto tenía que impactar en algo y lo hizo en la salud.”
El problema de la obesidad entra entonces por la
boca: comida chatarra y alimentos procesados, y bebidas azucaradas que han
desplazado a lo natural y saludable. Obviamente la falta de ejercicio es
también un factor contribuyente importante.
Tres estudios que relacionan las gaseosas a la
obesidad.
Tres elegantes e importantísimos estudios se
publicaron el 21 de setiembre pasado en la muy prestigiosa Revista Médica de
Nueva Inglaterra. Esos estudios nos dan la tan necesaria confirmación
científica que se necesitaba para relacionar el consumo de bebidas azucaradas
con la obesidad de niños y adolescentes.
En el primer estudio, se demuestra el efecto negativo de tomar una sola lata diaria de bebida azucarada.
En el primer estudio, se demuestra el efecto negativo de tomar una sola lata diaria de bebida azucarada.
Investigadores holandeses estudiaron a 641
escolares de peso normal durante un año y medio. Los estudiantes fueron
sorteados en dos grupos:
A) Aquellos que tomaron una lata diaria de 8
onzas (236 centímetros cúbicos) de una bebida de frutas azucarada.
B) Aquellos que tomaron una bebida
artificialmente azucarada envasada en una lata idéntica.
Ni los niños, ni los padres ni los
investigadores sabían qué tipo de bebida estaban tomando los niños y todos
ellos eran comparables con respecto a su alimentación y actividad física. La
única diferencia entre los dos grupos era el azucar en la bebida que estaban
tomando.
Después de un año y medio de estudio, se
comprobó que los niños que tomaron la bebida azucarada ganaron un kilo de peso,
comparados con los niños que no tomaron la bebida azucarada.
Es importante darse cuenta que los niños solo
tomaron una bebida de 8 onzas, y que una lata de gaseosa tiene 12 onzas.
En el segundo estudio, se ve que aquellas
personas con tendencia genética a engordar van a ser más perjudicadas por tomar
bebidas azucaradas.
Investigadores de la Universidad de Harvard
analizaron los datos genéticos de 33,000 profesionales de la salud,
participantes de un estudio de nutrición. Sabiendo que existen aproximadamente
40 genes que determinan la tendencia a la obesidad, los investigadores trataron
de ver si aquellas personas que tenían más tendencia genética a la obesidad,
eran más susceptibles a desarrollar obesidad por tomar bebidas azucaradas.
Dicho y hecho, aquellas personas con mayor
tendencia genética a la obesidad y que tomaban una gaseosa o jugo artificial
diario, tuvieron el doble de riesgo de ser obesos que las personas con menos
genes de obesidad y que solo tomaban una gaseosa al mes.
Así es que si una persona viene de familias de
gorditos, las gaseosas lo van a engordar más.
En el tercer estudio, se demuestra lo importante
que es controlar la disponibilidad de bebidas azucaradas en la casa o en la
escuela.
Investigadores de la Universidad de Harvard,
dividieron a 224 adolescentes (acostumbrados a tomar bebida azucarada a diario)
en dos grupos:
A) Uno recibió gratuitamente en la casa bebidas
de dieta o agua y se les pidió que no tomen gaseosas o jugos azucarados.
B) El otro recibió un cupón de 50 dólares para
que compren lo que deseen del supermercado local.
Después de un año de seguimiento, aquellos
estudiantes que recibían la soda de dieta o el agua, solo consumieron lo que se
les daba y ganaron un kilo y medio menos de peso comparados con los estudiantes
que tomaban sodas o bebidas azucaradas.
De acuerdo a los investigadores, nunca se ha
visto que un solo elemento de la dieta pueda alterar tan rápida y profundamente
el peso de una persona.
Lamentablemente, el beneficio de tomar bebidas
de dieta o agua no persistió en el grupo de estudiantes que lo consumían. Un
año después de haber terminado el estudio, la mayoría volvió a consumir bebidas
azucaradas.
Este estudio demuestra entonces que solo con
educación del público no se gana nada. Para controlar la obesidad relacionada a
este tipo de bebidas, deben implementarse también regulaciones como la que
recientemente aprobó el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York,
disposición que limitará el tamaño de los envases de gaseosa que se venden en
la ciudad. Desde marzo del 2013, el vaso más grande que se podrá comprar en la
ciudad de Nueva York tendrá 20 onzas de gaseosa (ahora se pueden encontrar gigantes
envases de 32 onzas). Dicho sea de paso, 20 onzas ya es bastante, eso es poco más
de medio litro...
Osteoporosis
Las personas que consumen bebidas gaseosas,
especialmente niños y adolescentes, en lugar de leche u otros productos lácteos
tendrán una ingesta de calcio por debajo de lo ideal. La baja ingesta de calcio
contribuirá a padecer de osteoporosis.
El riesgo de padecer osteoporosis depende
en parte de la cantidad de masa ósea que hayamos acumulado durante las etapas
tempranas de nuestra vida. Alrededor de los 18 años, una niña habrá constituido
el 92% de su masa ósea. Por ello, si durante esta etapa no consumen una ingesta
adecuada de calcio, no lo podrán hacer luego en una edad más avanzada.
Estudios han sugerido que la ingesta menor de
calcio debido al consumo de bebidas carbonatadas se asocia a mayor cantidad de
fracturas óseas entre los niños y adolescentes.
Así mismo, el ácido fosfórico presente en estas
bebidas favorece la osteoporosis debido a que disminuye los niveles de calcio y
aumenta los niveles de fosfato de la sangre y la excreción urinaria de calcio.
Si los niveles de fosfato en sangre son altos y
los de calcio son bajo, el calcio presente en la masa ósea pasa a la sangre
para compensar esa disminución. Esto hace que los huesos, con el paso del
tiempo, se descalcifiquen y se debiliten.
El consumo excesivo de azúcar refinada y
cafeína, ambos presentes en las bebidas gaseosas, también promueven la pérdida
de calcio por parte de la masa ósea cuando el consumo de calcio está por debajo
de lo normal.
Caries dental y erosión del esmalte dental
El azúcar refinado junto a los ácidos presentes
en las gaseosas, como el ácido fosfórico y el ácido cítrico entre otros
contribuye sustancialmente en la aparición de caries dentales y erosión del
esmalte dental.
La caries dental se produce por desmineralización del diente causada por los productos ácidos provenientes de la fermentación de restos alimenticios, especialmente carbohidratos, inducida por las bacterias presentes en la cavidad bucal.
La caries dental se produce por desmineralización del diente causada por los productos ácidos provenientes de la fermentación de restos alimenticios, especialmente carbohidratos, inducida por las bacterias presentes en la cavidad bucal.
El los niños y adolescentes las estructura del esmalte
dental, en proceso de maduración, es aún porosa y fácilmente de ser atacada por
ácidos, provenientes de los restos alimenticios o de los ácidos presentes en
estas bebidas.
Recordemos que el pH de las gaseosas promedia alrededor de 2.4,
lo que contribuye a la desmineralización de los tejidos duros del diente.
La erosión dental es un proceso de
desmineralización que lleva a la pérdida de esmalte dental por disolución
química de los ácidos de origen no bacterial. En este caso las bacterias no
están involucradas, sino que la exposición reiterada a los ácidos de las
gaseosas no dietéticas y dietéticas (diet/0 calorías) y alimentos, aumenta la
solubilidad de los tejidos duros del diente.
Enfermedades cardíacas
Las dietas con altas cantidades de azúcar pueden
contribuir a desarrollar enfermedades cardíacas en personas que tienen el
síndrome X o síndrome metabólico. Estas personas presentan
insulino-resistencia, hipertensión arterial, altos niveles de triglicéridos,
obesidad abdominal y altos niveles de azúcar en sangre.
Así mismo muchos estudios han descubierto que
las personas que consumen 1 ó más gaseosas por día, ya sea dietética o no,
tienen un 50% más de riesgo de desarrollar el síndrome metabólico que con el
tiempo traerá enfermedades cardíacas, infarto y diabetes.
Alteraciones renales
Diversos estudios han comprobado que las bebidas
gaseosas tienen el potencial de aumentar el riesgo de desarrollar cálculos
renales. Como hemos visto las gaseosas contienen ácido fosfórico. Un exceso de
este ácido alienta la formación de cálculos renales.
Además, el aumento de ácido fosfórico en sangre
promueve la liberación de calcio de los huesos hacia la sangre para compensar
esta falta de balance.
El calcio se elimina a través e la orina, la
cual se satura y cristaliza el calcio formando los cálculos.
La formación de cálculos también está
relacionada con la ingesta excesiva de azúcar.
Otras alteraciones
Cafeína: es considerada una droga estimulante
adictiva y está presente en la mayoría de las bebidas cola y en gaseosas con
sabores cítricos. La adicción a la cafeína, sería una de las razones de por qué
las bebidas gaseosas más populares la tienen presente entre sus ingredientes.
Las grandes industrias de bebidas dicen que solo agregan cafeína para dar sabor
a las bebidas. Sin embargo, los consumidores regulares no detectan este sabor.
Lo cual sugiere que la adición de cafeína es simplemente para lograr efectos
estimulantes en el consumidor.
La cafeína aumenta la excreción de calcio por
orina que junto a una dieta pobre en calcio, especialmente en niñas y
adolescentes, aumenta el riesgo de sufrir de osteoporosis.
La cafeína causa efectos en el comportamiento ya
que aumenta el estado de alerta, cusa nerviosismo, irritabilidad, insomnio y
taquicardia. Los niños desarrollan dolores de cabeza, cansancio y les cuesta
irse a dormir.
Además la adicción que provoca la cafeína, hace
que el consumidor no deje de beber este tipo de refrescos u otras bebidas que
contengan cafeína. Existen estudios que han demostrado que la cafeína presente
en 2 ó 3 latas de gaseosas por día (100 mg/día) es suficiente para producir
dependencia física.
Colorantes:
Colorantes:
Varios de los aditivos para dar el color
característico a las gaseosas causan diferentes alteraciones como alergias e
hiperactividad.
La mayoría de los colorantes causan reacciones
alérgicas debido a que son liberadores de histaminas. La mayoría de los
colorantes provienen de la hulla (carbón).
A continuación mencionaremos algunos:
A continuación mencionaremos algunos:
Colorante amarillo 5, tartrazina o E102: causa
asma, goteo de nariz, y urticaria si se mezcla con analgésicos como la aspirina
Colorante caramelo: usado en las bebidas de
color marón, provoca alteraciones sanguíneas y cáncer en animales de
experimentación. El color se logra mezclando azúcar con nitratos y sulfitos a
alta presión.
Colorante cochinilla o ácido carmínico, E120:
proviene de insectos. Causa disminución del crecimiento en animales de
experimentación. Produce hiperactividad y alergias en niños.
¿Qué
beber en lugar de bebidas gaseosas?
Principalmente agua
Soda o agua gasificada,
Jugos de frutas naturales,
Jugos de frutas sin azúcar agregado.
Los jugos naturalmente contienen ya una alta
proporción de azúcar. Por ejemplo, aproximadamente el 10% del volumen del jugo
de las manzanas es azúcar.
Así mismo, el pH natural de los jugos es típicamente
ácido; manzana y naranja oscilan un pH de 3.
Los padres son los modelos de sus hijos, y eso
incluye, sin lugar a dudas, sus hábitos dietéticos. Si los padres consumen
bebidas gaseosas regularmente, esto tendrá una gran influencia sobre los hijos.
Es aconsejable que los padres estén vigilantes
de lo que consumen sus hijos y a su vez, deberían alentarlos a consumir
productos y bebidas nutritivas.
Siempre debemos leer las etiquetas de los
productos que compramos y ver sus valores nutricionales
No debemos olvidar de mantener una higiene
dental óptima para evitar la aparición de caries dentales y visitar
regularmente al dentista para controles.
Si desea consumir bebidas gaseosas, hágalo con
moderación teniendo en cuenta cómo puede afectar su salud a futuro.
La Coca-Cola, "determinante" en muerte de mujer de 30
Martes, 12 de febrero de 2013
FUENTE:
Lic.
Marcela Licata & Od. Mariela Licata - zonadiet.com
http://www.zonadiet.com/bebidas/gaseosas-salud.htm
http://www.zonadiet.com/bebidas/gaseosas-salud.htm#ixzz2I5WYwDi0
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/02/130212_ultnot_cocacola_muerte_ar.shtml
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