Efectos sobre el organismo
Se puede decir que en todos los tiempos, las aceitunas o el aceite extraído de ellas, han constituido el manantial vitalizante de sustancias grasas en los pueblos mediterráneos.
Las cualidades nutritivas de las aceitunas explican su general aceptación desde la más remota antigüedad.
Las aceitunas, tanto las verdes como las negras, aportan calcio al organismo -mineral esencial para la formación de los huesos- en una proporción muy elevada con respecto al fosforo, lo cual es de interés desde el punto de vista del equilibrio calcio-fosforo de todo régimen alimentario, que con frecuencia es mucho más rico en fosforo que en calcio. La relación calcio-fosforo ideal se sitúa alrededor de 1 en los niños y alrededor de 0,7 en los adultos.
En las aceitunas las grasas se forman a expensas de los azucares y los prótidos, de los que son más ricas las aceitunas verdes, pero estas son menos digestivas que las negras.
Y es que, a pesar de la creencia generalizada sobre su elevado contenido en grasas, la proporción de éstas gira en torno al 20%, siendo la mayor parte asimilable por nuestro organismo. Además, el ácido graso más abundante en este porcentaje es el oleico, encargado de reducir el colesterol.
Por ello, las aceitunas son un aperitivo perfecto para mantener la línea y nutrir a nuestro organismo de fibra, calcio, hierro, magnesio y vitaminas A, C y E (todas ellas con propiedades antioxidantes).
El fuerte sabor de las aceitunas favorece la secreción de jugos salivares y gástricos. Es por ello una buena práctica el consumirlas como aperitivo.
Las aceitunas y el aceite, además de nutritivos, son activadores hepaticobiliares (colagogos y coleréticos) y laxantes.
El aceite desempeña un papel muy favorable en el aparato digestivo al retener los alimentos por cierto tiempo y regularizar la evacuación del estomago. Además tiende a disminuir algo la acidez del jugo gástrico y también facilita y regulariza la evacuación del contenido intestinal.
El aceite de oliva ejerce una acción estimulante de la secreción biliar y, como es ligeramente laxante, combate el estreñimiento debido a atonía muscular, mal que ataca a personas de todas las edades debido a regímenes escasos en verduras y frutas y, sobre todo, a las mujeres gestantes, por compresiones viscerales o por otras causas disfuncionales.
La absorción de aceite de oliva determina un aumento de secreción de bilis con elevación de su proporción de cuerpos grasos.
El aceite de oliva ejerce una acción estimulante de la secreción biliar y, como es ligeramente laxante, combate el estreñimiento debido a atonía muscular, mal que ataca a personas de todas las edades debido a regímenes escasos en verduras y frutas y, sobre todo, a las mujeres gestantes, por compresiones viscerales o por otras causas disfuncionales.
La absorción de aceite de oliva determina un aumento de secreción de bilis con elevación de su proporción de cuerpos grasos.
Este alimento es, pues, un colagogo completo, por una parte excitante de la secreción biliar, y, por otra, asegurador del aflujo de bilis en el intestino, por desencadenamiento de la contracción vesicular. Por su riqueza en caroteno (pro-vitamina A biológicamente activa), las aceitunas son beneficiosas para el crecimiento, la lucha contra las infecciones microbianas y el mecanismo de la visión.
Por otra parte, el aceite de oliva favorece la absorción por el organismo del caroteno contenido en otros alimentos, como por ejemplo, en las zanahorias.
El valor vitamínico del aceite de oliva es muy variable y depende de la calidad del aceite. El obtenido de la primera extracción tiene más vitaminas que los refinados porque los procesos de refinamiento ocasionan la perdida de la mayor parte de las vitaminas. La refinación del aceite de oliva debería evitar una purificación demasiado intensa si se quiere que el aceite guarde su valor vitamínico y nutritivo.
A quién conviene el aceite y las aceitunas
Las aceitunas y el aceite de oliva convienen a toda clase de personas. Los niños los soportan muy bien, mientras que los aceites y grasas de otro origen no son tolerados por muchas personas.
Son recomendables en la insuficiencia hepática, en la litiasis biliar, en el estreñimiento espasmódico y en la diabetes.
El empleo sistemático del aceite de oliva halla su indicación mayor en los desarreglos y afecciones del hígado y del tubo digestivo. En los cálculos de vesícula (colecistitis subagudas y crónicas) el dolor, o por lo menos el malestar en la región del hígado es habitual; las punzadas en el costado ceden o se debilitan si durante diez o doce días se toman en ayunas una o dos cucharadas de aceite de oliva virgen adicionado de algunas gotas de jugo de limón.
El aceite de oliva, por sus propiedades laxantes suaves, tiene justificado su empleo también en el estreñimiento. Su tolerancia por el organismo es tal que puede ser utilizado incluso en forma de lavativas sin provocar jamás reacción dolorosa del intestino.
Más que un simple cuerpo graso, el aceite de oliva es el gran amigo del hígado. Los especialistas más eminentes reconocen que estimulando el hígado y la vesícula biliar facilita las funciones digestivas e intestinales. Gracias al aceite de oliva, se evitan las digestiones difíciles, somnolencia después de las comidas y el mal humor permanente. El consumo de aceite de oliva repercute asimismo en la belleza aclarando la tez.
Cuando, como y cuanto conviene tomar
Se pueden comer las aceitunas negras, en invierno, en cada comida, como aperitivo, para tener una ración de cuerpos grasos naturales notablemente asimilados, sin el menor trastorno digestivo, sobre todo si se mastican cuidadosamente. Bajo forma de aceite, constituye un aporte suficiente la dosis de dos cucharadas al día. Pero resulta beneficiosa de cuando en cuando una cura de aceite de oliva consistente en tomar de 50 a 60 centímetros cúbicos al día, durante dos o tres días.
A quienes NO convienen
Las aceitunas son desaconsejabas a los obesos, a los enteriticos y a los coliticos. Su pulpa combate el estreñimiento pero es indigesta si no se mastica bien, por lo que a veces es mal soportada por los estómagos delicados.
El aceite de oliva es desaconsejaba a los dispépticos y a los obesos.
PARA RECORDAR:
· Son un laxante alimento del hígado y para los órganos internos.
· Estimulan la secreción del jugo gástrico y favorecen la digestión.
· A los que sufren del pecho y a los tuberculosos les conviene comer muchas aceitunas.
· Las negras son mejor que las verdes
· La pulpa de aceituna machacada es buena para las quemaduras.
· Un puñado de aceitunas hervidas durante una hora en un litro de agua, se recomienda en anemas, en casos graves de congestión cerebral.
· Para la escarlatina en la convalecencia es bueno dar a los niños fricciones con aceite de oliva.
· Las aceitunas negras son laxantes, pues corrigen el estreñimiento
· Las verdes son algo astringentes.
· Tienen un sabor muy peculiar, son ricas en grasas y por lo regular se consiguen en salmuera.
· Para evitar que la sal de esta forma de preservarlo dañe sus riñones o le cause otra molestia, remójelas un rato y enjuáguelas antes de consumirlas.
· Altamente energéticas.
· Mientras no se consuman en exceso, ayudan en caso de enfermedades cardiovasculares.
- La cantidad diaria recomendada es de 6 cucharaditas de aceite de oliva extra virgen (siempre que sea posible).
- El aceite se debe calentar a fuego medio y evitar que humee para que no se formen compuestos perjudiciales para la salud.
- Para conocer la correcta fritura de los alimentos podemos introducir un trocito de pan en el aceite de la sartén. Si este cae hacia el fondo y sube rápidamente a la superficie, significa que el aceite se encuentra a la temperatura correcta (entre unos 170-180 °C).
RECETAS VEGETARIANAS Y EXQUISITAS
En la tierra de origen de esta receta, medio oriente, las aceitunas verdes, ya vienen ligeramente machacadas antes de ponerlas en salmuera. Es una costumbre donde todavía la industrialización no ha hecho estragos con lo tradicional. Las aceitunas quebradas vienen presentadas a la venta, apilada en forma de pirámide, y adornadas con sugestivas ramitas de olivo.
Igualmente nos adaptaremos a las mejores aceitunas que podamos encontrar en el mercado, machacarlas nosotros mismos con un martillito de cocina y remojarlas otra vez en una salmuera ligera, un día o dos, y disponerlas para ser escabechadas.
Ingredientes1 kilo de aceitunas verdes machacadas
6 dientes de ajo machacados en un mortero o prensados con la cara de un cuchillo
El jugo de dos limones exprimidos
100 cc. de aceite de oliva
Preparar un litro de agua con 50 gramos de sal, dejar hervir y enfriar luego.
Agregar las aceitunas machacadas y guardar unos días en heladera.
Pasarla en un bol mediano con parte de su líquido hasta cubrir.
Mientras tanto en una sartén colocar todas las especias, calentar algunos minutos hasta que suelten el aroma y añadirlos a las aceitunas. Seguir con los ajos, el jugo de limón y el aceite de oliva. Transvasar todo en un recipiente con cierre hermético y dejar descansar de 2 a 3 semanas antes de utilizarlas escurridas de su líquido.Estas aceitunas adornan y acompañan toda clase de ensaladas.
FUENTE: http://lolasabe.com
www.alimentacion-sana.com.ar
http://www.supernatural.cl/aceitunas-beneficios.
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