12 agosto 2013

“KAPALABHATI”: LIMPIEZA DE PULMONES Y BRONQUIOS

“Kapalabhati” 
"Kapala" es una palabra sánscrita que significa cráneo y "Bhati" brillar. Por tanto, el término "Kapalabhati" significa un ejercicio que hace brillar el cráneo. Esta Kriya purifica el cráneo, y por tal razón corresponde a uno de los Shat Karmas (seis procesos purificatorios del Hatha Yoga).

Siendo uno de los seis kriyas se practica generalmente con el pranayama o manejo del prana. Es un ejercicio para la purificación de los pasajes nasales, bronquios y pulmones. Kapalabhati es el mejor ejercicio para estimular cada tejido del cuerpo. Durante y luego de sus practica se puede experimentar un estado particular de alegría especialmente en los centros espinales.  Cuando la corriente vital nerviosa se estimula a través de este ejercicio toda la espina dorsal será como un cable y uno puede experimentar el movimiento de corriente nerviosa.
Se eliminan grandes cantidades de anhídrido carbónico. La toma de oxigeno enriquece la sangre y renueve los tejidos. Más aun, el constante movimiento del diafragma actúa como un estimulante estomacal, hígado y páncreas.
TECNICA DEL GRAN MAESTRO SWAMI SIVANANDA:
“Siéntese en Padmasana. Conserve las manos sobre las rodillas.
Cierre los ojos. Ejecute Purak y Rechak con rapidez. Esto debe ser practicado vigorosamente lo que produce abundante transpiración y constituye una excelente forma de ejercicio. Los versados en la Kapalabhati, pueden realizar la Bhastrika con facilidad. En esta Pranayama no hay Kumbhak y el Rechak juega un papel prominente. El Purak es suave, lento y prolongado (Dhirga); pero el
Rechak debe ser realizado rápida y forzadamente por contracción de los músculos abdominales con impulso hacia atrás. Cuando realice Purak relaje los citados músculos. Algunas personas por impulso natural, curvan la columna vertebral y doblan también la cabeza. Esto no es deseable. La cabeza y el tronco deben mantenerse erectos. En la Bhastrika las expulsiones del aliento siguen unas a las otras en rápida sucesión.
Al iniciarla podrá efectuar una expulsión por segundo y gradualmente aumentarlas a dos. Al principio haga una vuelta por la mañana de solamente diez expulsiones; en la segunda semana ejecute una vuelta por la tarde y en la tercera realice dos vueltas por la mañana y dos por la tarde. De este modo, cada semana, gradual y cautelosamente aumente diez expulsiones en cada vuelta hasta alcanzar 120 expulsiones en cada una de ellas. 
Esto purifica el sistema respiratorio y los pasajes nasales, disipa los espasmos de los tubos bronquiales y en consecuencia se cura el asma en el transcurso del tiempo. Los ápices pulmonares logran una oxigenación conveniente y evitan la formación de nidos propicios a los bacilos de la tuberculosis. Esta práctica cura la consunción y desarrolla considerablemente los pulmones. El anhídrido carbónico es eliminado en gran escala y se disipan las impurezas de la sangre. Los tejidos y las células absorben gran cantidad de oxígeno, el corazón funciona debidamente, los sistemas respiratorios y circulatorios se tonifican y el practicante goza de excelente salud.”
Kapalabhati: purificación de los pulmones y los senos craneales
La técnica yóguica complementaria al kumbhaka es kapalabhati, de respiraciones rápidas.
En esta práctica se invierten la mayoría de pautas que rigen en otros prânâyâmas. En kapalabhati la espiración no dura el doble de tiempo que la inspiración, la voluntad se aplica para espirar con fuerza en lugar de ser aplicada a la inspiración y dejar que la espiración sea pasiva, el oxígeno está muy poco tiempo dentro del cuerpo, etc. Funciona justo al revés de todas las demás prácticas del prânâyâma en las que la inspiración es activa y la espiración pasiva. En kapalabhati la espiración es brusca y activa mientras que la inspiración es automática y pasiva.

La calidad del ejercicio kapalabhati depende, en primer lugar, de la fuerza de la espiración y en segundo lugar del número de espiraciones. Con entrenamiento, se aumenta el número de espiraciones por minuto, llegando a las ciento veinte o incluso hasta las doscientas expulsiones de aire regulares en práctica avanzada. Ello representa una velocidad como mínimo diez veces mayor que la de la respiración normal.
TEXTOS CLÁSICOS

Efectuar rechaka (espiración) y puraka (inspiración) rápidamente, como el fuelle de un herrero, se denomina kapalabhati y elimina todos los males atribuibles a kapha (Hathayogapradipika, 2.35). 
Kapalabhati elimina los desórdenes producidos por la flema (kapha) y es de tres tipos: Vâma—krama (método por la izquierda); Vyut—krama (método inverso); Shît—krama (método del sonido). Vâma—krama: se inspira suavemente por el orificio izquierdo de la nariz y se espira por el derecho; a continuación, se inspira por el derecho y se espira por el izquierdo. Esta práctica debe efectuarse sin esfuerzo. Vyut—krama: absorber agua por ambas fosas nasales y echarla lentamente por la boca. Shît—krama: absorber agua por la boca y echarla lentamente por las dos fosas nasales. Con esta práctica, el yogui se vuelve hermoso como el dios Kâma. La vejez no llega y la degeneración no le alcanza. El cuerpo se vuelve sano y flexible. Los desórdenes debidos a la flema son eliminados (Gherandasamhita, 1.55-60)

TÉCNICA
La forma de realizar Kapalabhati es por ráfagas de espiraciones forzadas de aire, seguidas cada vez de una inspiración pasiva.
Durante la inspiración, el diafragma desciende y el abdomen es empujado hacia fuera. Durante la espiración la contracción repentina de los músculos abdominales hace subir el diafragma (el abdomen efectúa un movimiento de retroceso hacia adentro) y al mismo tiempo el aire es forzado a salir de los pulmones. Tan pronto como el aire es espirado los músculos abdominales se relajan, lo cual permite que el diafragma baje (y el abdomen salga hacia fuera). A medida que el diafragma desciende, automáticamente entra otro volumen de aire. En este ejercicio la inspiración es pasiva y la espiración es activa. La atención se concentra en la espiración y no en la inspiración.
La dirección del chorro de aire espirado se puede controlar proyectándolo en dos puntos: 1) en las fosas nasales, de forma similar a sonarse la nariz; en este caso la expulsión es muy ruidosa y se eliminan mucosas por lo que hay que tener a mano un pañuelo; esta forma de practicar es propia de kapalabhati efectuado como un kriya o ejercicio de limpieza; 2) en la glotis, produciendo un pequeño ruido en la garganta y no en las fosas nasales; esta forma es más propia del ejercicio practicado como un prânâyâma.
Normalmente la espiración dura unos 2/10 de segundo, mientras que la inspiración oscila entre 3/10 y 8/10. Como referencia, la inspiración debe durar al menos el triple de la espiración.
Esta forma de espiración forzada crea un sonido que recuerda el de una máquina de vapor.
Primera parte:
— Espirar profundamente y adoptar medio jalandhara bandha.
— Efectuar una inspiración completa (con abdominales controlados) y mantener inmovilizado el tórax mientras se efectúa la primera ráfaga de espiraciones. En kapalabhati solo se trabaja con el abdomen.
— Contraer bruscamente los músculos abdominales. Esta contracción provoca la expulsión brutal de cierta cantidad de aire.
— Relajar inmediata y lentamente los músculos contraídos. El vientre sale un poco y entra cierta cantidad de aire en los pulmones, pasivamente y sin ruido.
— Una serie de kapalabhati consiste en una sucesión rápida de tales expulsiones bruscas seguidas cada una de una inspiración pasiva, provocada por la relajación completa de los abdominales.
— Después de la última expulsión brusca, espirar totalmente el resto de aire en los pulmones.

Segunda parte:
— Permanecer con la respiración suspendida, sin aire en los pulmones (bhaya kumbhaka) unos segundos, mientras resulte cómodo.
— Efectuar una inspiración completa con control de los abdominales.
— Tragar saliva, adoptar los tres bandhas (jalandhara, uddhiyana y mula) y permanecer con la respiración detenida, con los pulmones llenos de aire (antara kumbhaka), mientras resulte cómodo.
— Aflojar los bandhas y espirar lentamente y a fondo todo el aire de los pulmones.
— El ritmo de la respiración en esta fase se debe ajustar a 1:4:2:1.
— Si es preciso, descansar permitiendo que la respiración se mantenga libre hasta que se recupere el aliento y los latidos del corazón.
— Empezar de nuevo y repetir todo el proceso anterior un par de veces más.
Posición: 
En sus ejecuciones moderadas, el ejercicio puede practicarse en cualquier postura conveniente para el pranayama es decir Siddhasana, Vajkrasana o el Loto. En sus formas avanzadas, y especialmente para alcanzar determinados objetivos espirituales, es de rigor el Loto. Las manos están en Gnana Mudra. A veces este ejercicio se practica de pie, pero es excepcional. La columna vertebral debe estar derecha, la cabeza bien equilibrada.
EL TORAX
Kapalabhati es un pranayama diafragmático puro, por consiguiente abdominal; sin embargo el tórax desempeña un papel importante, precisamente en la medida en que permanece rigurosamente inmóvil. Antes de comenzar Kapalabhati, llenar el tórax, que debe quedar inmovilizado en posición de inspiración, con las costillas separadas. Permanecerá lo más inmóvil que se pueda durante todo el ejercicio: es una condición indispensable para el éxito.
Si observa el tórax durante el ejercicio, verá que, aunque inmovilizadas, las últimas costillas se mueven. Este movimiento es inevitable y pasivo, porque se debe a la tracción que ejercen los músculos del abdomen unidos a las costillas. Lo que hay que evitar es cualquier movimiento activo, voluntario, del tórax.
LA CINTURA ABDOMINAL
Los músculos abdominales son el motor del ejercicio. No hay que tomar en cuenta las indicaciones contenidas en el capítulo “Respiración con control de la cintura abdominal”: el control requerido para Kapalabhati es totalmente diferente.
Para aprender este pranayama, colóquese en su posición favorita y, después de haber enderezado la columna e inmovilizado el tórax abombado, concéntrese en lo que sucede en el abdomen. Coloque el centro de gravedad del tronco en el bajo vientre, debajo del ombligo.

Relaje ahora los músculos abdominales: el vientre sobresale. Contraiga bruscamente- incluso diría brutalmente- los músculos abdominales, especialmente los grandes rectos. Esta contracción provoca la expulsión brutal de cierta cantidad de aire. Relaje inmediatamente- y en forma lenta- los músculos abdominales: el vientre vuelve a salirse un poco y entra cierta cantidad de aire en los pulmones, pasivamente y sin ruido.
Kapalabhati consiste en una sucesión rápida de tales expulsiones bruscas seguidas de una inspiración pasiva. Durante la inspiración pasiva, cuide de controlar la relajación de los músculos abdominales, de forma que el aire entre comparativamente en forma lenta. La duración de la expulsión es de unos 2/10 de segundos, en tanto que la inspiración varía de 8/10 a 3/10, según el ritmo con que se efectúa el ejercicio.
¿Cómo saber si la expulsión es suficientemente enérgica y breve? Dirija su mirada hacia las aletas de la nariz (que deben estar relajadas): en el momento de la expulsión, se separan nítidamente y de golpe. Durante la inspiración, no se mueven. La cintura abdominal, contraída, golpea bruscamente el bajo vientre, en dirección al sacro. Por lo tanto, es principalmente la región subumbilical del abdomen la que actúa. No intente retraer el abdomen para hacer salir más aire en cada expulsión, porque no es la cantidad de aire expulsado lo que cuenta (el volumen es apenas superior a la cantidad espirada en la respiración habitual), sino la fuerza con que sale el aire. Esta fuerza queda separada si se imagina que uno da un empujón con los músculos abdominales en la parte del abdomen situada bajo el ombligo. Al comienzo, es frecuente que el adepto se esfuerce por empujar el abdomen lo más lejos que pueda hacia atrás, y que cometa el error de retraer el abdomen.
Damos otro medio de control visual de la corrección de la expulsión, vigile lo que sucede en el nacimiento del cuello y en la hendidura detrás de las clavículas (los “hoyuelos”). Si la expulsión tiene la fuerza debida, verá producirse un levantamiento de los “hoyuelos” y una pequeña hinchazón en el nacimiento del cuello, porque los pulmones son empujados hacia arriba (debido al diafragma, también él empujado hacia arriba) Haga una nueva expulsión brusca, seguida de una inspiración pasiva, relajando progresivamente los músculos abdominales. Kapalabhati consiste simplemente en series más o menos largas de semejantes expulsiones.
RITMO
La calidad del ejercicio depende de la calidad de la espiración, es decir de su fuerza; el número de expulsiones por minuto sólo viene en segundo lugar.
Aumente muy progresivamente la rapidez del ejecución, primero hasta 60 expulsiones por minuto, después acelere hasta un máximo de 120. Es el máximo tolerado en Lonavla, aunque he tenido la ocasión de verlo practicar aún más rápidamente. La objeción a esto en Lonavla es que, al acelerar más allá de 120 expulsiones por minuto, se sacrifica la fuerza de la expulsión.
ERRORES:
Dejar que el tórax participe en el ejercicio.
Levantar los hombros.
Igualar la duración de la espiración con la de la inspiración.
Retraer el vientre
No mantener la columna vertebral rigurosamente derecha e inmóvil.
Practicar distraídamente.
Sacrificar la fuerza de la expulsión en beneficio de la velocidad.
En numerosos adeptos, tiende a establecerse un equilibrio entre la duración de la expulsión y la de la inspiración subsiguiente. Con la retracción del abdomen, es el error más frecuente. Al estar reducida la fuerza de la expulsión, se diluye la eficacia del ejercicio. La inspiración debe durar al menos el triple de la expulsión.
CONTROL DE LA GLOTIS
Hay dos maneras de controlar la dirección del chorro de aire espirado. Se puede proyectarlo en las fosas nasales. El ruido es semejante al que haría sonándose... sin pañuelo... La expulsión es muy ruidosa al nivel de las ventanillas y se eliminan las mucosas: tome la precaución de tener un pañuelo abierto bajo la nariz. Practicado así, el ejercicio justifica su nombre: “limpieza del cráneo”. Debe proseguirse hasta que no salga más mucus. Si se prosigue el ejercicio, se recomienda que, en cuanto pranayama, se controle y frene la expulsión al nivel de la glotis. Para esto, no hay que contraer la glotis como en Ujjayi, sino en forma mucho más atenuada. En este momento, la expulsión produce un ligero ruido en la garganta y no en las fosas nasales. La inspiración es silenciosa. Ensayando un poco encontrarás la técnica exacta.
ENTRENAMIENTO PROGRESIVO
El otro elemento fundamental de Kapalabhati lo constituye el número de expulsiones por ráfaga.
También aquí hay que evitar quemar las etapas. Kapalabhati es un ejercicio vigoroso; es preciso que los pulmones se acostumbren poco a poco.
Durante la primera semana, efectuar ráfagas de 10 expulsiones (por cierto, seguidas siempre de la inspiración frenada). Después de la primera ráfaga, descansen durante 30 segundos respirando lentamente, con toda comodidad. Efectúe así 3 ráfagas o series de 10 en total.
Agregue cada semana 10 expulsiones, hasta que alcance, por etapas sucesivas, ráfagas de 120 expulsiones (o sea, un minuto de duración), seguidas de un descanso de igual duración. Tres series de 120 expulsiones constituyen una buena medida Los yoguis, en la India, alcanzan a varios centenares de expulsiones... De hecho, el primero en fatigarse es el abdomen.
Si comparamos Kapalabhati con la respiración habitual, en la que constatamos que respiramos 20 veces por minuto, vemos que en Kapalabhati la velocidad se multiplica por 6...
Kapalabhati es un ejercicio de respiración abdominal, aunque muy superficial.
APLICACIONES
Kapalabhati debería situarse al comienzo de cada sesión de pranayama, y aun al comienzo de cada sesión de asanas, para expulsar todo el aire residual de los pulmones y provocar una buena oxigenación de la sangre
CONCENTRACIÓN
Al comienzo, concentrarse en la corrección del ejercicio mismo: fuerza de la expulsión, freno de la inspiración, rapidez de ejecución, mantenimiento del tórax inmóvil y abombado, relajación del rostro (nada de muecas)
Después, concentrarse en la región del vientre situada bajo el ombligo, punto de impacto de la contracción de los músculos en el momento de la espiración.
Durante los períodos de reposo, continuar interiorizándose en esta parte del cuerpo.
FISIOLOGÍA
Normalmente, los seres humanos respiramos entre doce y veinte veces por minuto, y ventilamos uno poco más de 500 ml (medio litro) de aire en cada respiración. Si se respira rápidamente, al menos cien respiraciones por minuto, se producen diversos cambios fisiológicos y psicológicos importantes.
El primer cambio que sucede es que el hecho de respirar muy rápido provoca la caída de la presión relativa del CO2 en el cuerpo (efecto denominado hipocapnia). Esto significa que disminuye la cantidad de anhídrido carbónico respecto de otros gases necesarios para el cuerpo, en especial en relación al oxígeno. Dicho de otra manera: aumenta la cantidad de oxígeno relativo en la sangre. No obstante, la hiperventilación forzada a voluntad nunca dura más allá de cuatro a diez minutos: ni en prácticas yóguicas, ni tampoco se puede resistir en esfuerzos físicos.
Pasados estos minutos de respirar rápido, se pierde el control del proceso y aparece un periodo de apnea, de respiraciones muy superficiales en las que la absorción de aire es probablemente de un máximo de 50 a 100 ml por inspiración. En casos especiales, esta apnea puede ser seguida de otro periodo o ciclo de respiraciones rápidas, nueva pérdida de control y nueva apnea, respiraciones rápidas, pérdida de control, apnea...
Durante la apnea, que puede llegar a durar más de dos horas, la presión relativa del oxígeno cae a valores muy bajos (técnicamente denominado hipoxia) y sube la cantidad de CO2 que hay en el cuerpo (efecto denominado hipercapnia). Este proceso bioquímico explicado aquí muy resumido afecta también el nivel de calcio iónico corporal. Al eliminar tanto CO2 durante la respiración rápida —y teniendo en cuenta que el CO2 es ácido—, aumenta el pH de la sangre, que pasa de 7'4 a 7'6. Ello produce la denominada alcalosis respiratoria que, a su vez, provoca una caída del calcio en el plasma sanguíneo y del potasio intracelular, y hace que sea más difícil la entrada de oxígeno en las células, especialmente en las cerebrales. De ahí las tetanias que aparecen tan a menudo en las respiraciones catárticas, la sensación física de opresión torácica, los espasmos musculares, la dificultad de coordinación y demás efectos que suelen acompañar la implosión.
Como se ha apuntado, durante un periodo de cuatro a diez minutos se puede mantener una respiración rápida que hace subir la tasa de oxígeno en la sangre y el cerebro. La absorción normal de oxígeno es de dieciocho a veinte litros de aire por minuto (inspiramos más de medio litro de aire en cada inspiración, con lo que nuestra nariz deja pasar en ambos sentidos unos 15.000 litros de aire diarios), pero durante una sesión de kapalabhati respiramos 150 litros o más de aire por minuto, lo que viene a ser unas diez veces más de aire que en la respiración normal.
Después de una ráfaga de respiración rápida mantenida entre cuatro y diez minutos —repito que por rápida entiendo entre ciento veinte y doscientas respiraciones por minuto— sigue el periodo de pérdida de control voluntario de la respiración. Los centros vegetativos retoman esta función e inducen al sujeto a un estado de apnea durante el que aumenta el nivel relativo de CO2 en la sangre. Durante este periodo es cuando suceden los fenómenos psicológicos más interesantes. Durante la apnea, que suele durar dos o más horas, el practicante queda en un estado como de muerte, en una quietud absoluta y respirando muy superficialmente, pero su estado mental es de completa conciencia despierta y dialógica, con una gran dosis de auto reconocimiento, lo que de forma automática genera perdón y ternura.
EFECTOS DE KAPALABHATI
Los principales efectos de Kapalabhati son:
Expulsión del aire residual
Aunque la respiración yóguica completa no expulsa totalmente el aire residual de los pulmones, ese aire viciado que permanece en los pulmones incluso después de la espiración. Por el contrario, la sucesión rápida de expulsiones bruscas de Kapalabhati si lo logra, constituyendo así un procedimiento de limpieza total de los pulmones. Representa una excelente prevención contra la tuberculosis.
CO2: Kapalabhati provoca una expulsión masiva de CO2, cuya proporción en la sangre baja rápidamente. De aquí una limpieza total del organismo si se prosigue el ejercicio durante dos o tres minutos. Esta disminución de la tasa de CO2, en el organismo es anormal, pero benéfica. Además, la tasa normal de CO2 se restablece automática y rápidamente una vez terminado el ejercicio. Parecería, en buena lógica, que el ejercicio no tuviera ninguna utilidad, dada la rapidez con que se restablece la tasa normal de CO2 en la sangre. La ventaja estriba en el hecho que las células, cuando la sangre circula lentamente y la tasa de CO2 es normal, no se liberan tan fácilmente del CO2 que producen por su actividad. La baja pasajera de la tasa de CO2 en la sangre les permite expulsar rápidamente el suyo.
OXIGENO: Paralelamente, durante Kapalabhati la sangre se satura de oxígeno. Las células se apresuran en tomar su parte y expulsar su CO2 (como acabamos de ver). Se produce así un aumento de la actividad celular, de especial importancia en el civilizado sedentario. Kapalabhati estimula así la respiración celular, lo que se manifiesta por una sensación de calor en todo el cuerpo.
El hombre natural, al vivir en estado salvaje en la naturaleza, hace el suficiente ejercicio físico para mantener automáticamente una buena dosis de metabolismo celular. El hombre civilizado, con poca o ninguna actividad física, necesita cada día este suplemento de oxigenación de la sangre y esta aceleración momentánea de la respiración celular.
Circulación de la sangre: es muy importante la función del diafragma en cuanto activador de la circulación de la sangre. Desempeña el papel de corazón venoso. Este papel es aún más importante para el civilizado, cuyas contracciones musculares son mucho menos fuertes que en el nombre natural, y cuya circulación venosa, por consiguiente, se efectúa siempre a velocidad moderada, lo que repercute automáticamente en el volumen de sangre arterial que sale del corazón. Kapalabhati transforma el diafragma en una bomba de gran poder, que aspira la sangre venosa. Toda esta sangre es devuelta al ciclo y reoxigenada. Se produce así, después de dos o tres minutos de práctica, una vibración de todos los tejidos. El organismo entero se estremece bajo el “efecto” de Kapalabhati.
Los adeptos de Kundalini yoga utilizan la práctica muy prolongada de Kapalabhati para activar los centros de energía espiritual que corresponden a esta fuerza cósmica, latente en el hombre ordinario. Por esto los adeptos que practican un yoga con finalidad espiritual, lejos de quedar dispensados de la práctica de Kapalabhati y de otros ejercicios de pranayama, deben, por el contrario, practicarlos con más vigor y duración que los adeptos que sólo persiguen un fin higiénico. En Occidente podría haber tendencia a suponer lo contrario...
Kapalabhati produce una intensa actividad pránica en el organismo; por esto, los adeptos que lo practican durante largos minutos deben ejecutarlo en Loto. Las reacciones del organismo pueden ser muy violentas y traducirse por sacudidas en todo el cuerpo. Es preciso, entonces, que las piernas estén sólidamente enlazadas en Loto.
Es evidente que una práctica llevada hasta este punto no está autorizada sino bajo la vigilancia directa de un Gurú. El peligro es muy teórico en Occidente, porque estas reacciones sólo se producen después de una práctica tan intensa que está fuera del alcance del Occidental, cuyos músculos abdominales quedarían fatigados, agotados, antes de franquear el umbral peligroso.
Pulmones
Kapalabhati purifica y mantiene flexible la esponja pulmonar. Los intercambios se activan.
Diafragma
El diafragma participa muy intensamente en Kapalabhati, pero en forma pasiva. En efecto, lo que lo acciona no es la contracción de su propia cintura muscular: sus movimientos se producen por el hecho que los músculos abdominales empujan las vísceras abdominales hacia atrás y arriba. El diafragma es así “manipulado” por estos músculos, a través de las vísceras. Está muy activo, entonces, pero sin mediar contracciones musculares de su parte. Kapalabhati mantiene la movilidad y la flexibilidad del diafragma, cuya importancia vital no debería subestimarse.


Cintura abdominal
Kapalabhati procura un excelente control de todos los músculos abdominales, particularmente de los rectos, que ganan tanto en fuerza como en flexibilidad- lo que es de gran importancia para la calidad de la musculatura abdominal-. Además, la actividad de la cintura abdominal tiende a eliminar los depósitos de grasa de la pared abdominal.
Los tejidos indeseables (celulitis, grasa en exceso, etc.), tienden a desaparecer por oxidación, gracias a la práctica regular de Kapalabhati y de los demás ejercicios de pranayama.
Órganos abdominales
Todas las vísceras de la cavidad abdominal se tonifican, sin excepción, y reciben un masaje en forma fisiológica. Es el caso en particular del tubo digestivo y de sus glándulas anexas. La digestión se activa, lo que evita esa sensación de pesadez después de las comidas15. Kapalabhati activa también el peristaltismo intestinal y lucha contra el estreñimiento, sea éste de naturaleza espasmódica o por atonía.
Sistema nervioso
Kapalabhati tiene efectos muy profundos sobre el sistema nervioso, en particular sobre el neurovegetativo. La hiperoxidación de la sangre, combinada con el descenso de la tasa de CO2, que es el excitante natural del centro respiratorio, tranquiliza a éste, lo que repercute en el conjunto de este sistema neurovegetativo.
Kapalabhati constituye para todo el sistema nervioso un tónico sin igual.
El efecto que habitualmente se atribuye a kapalabhati es el de conseguir una buena oxigenación de la sangre y, por tanto, del cerebro: limpia las mucosidades de las vías respiratorias y se elimina gran cantidad del CO2 residual en la sangre y en las células (lo cual representa un excelente prevención contra la tuberculosis). No obstante, los efectos de la respiración rápida son mucho más numerosos:
— El aumento del oxígeno en la sangre junto a un descenso de la tasa de CO2 y todo ello seguido del efecto contrario, tranquiliza el sistema respiratorio repercutiendo beneficiosamente en el conjunto de todo el sistema neurovegetativo.
— Durante las respiraciones rápidas la sangre se satura de oxígeno, provocando un aumento de la actividad y respiración celular. Esto se manifiesta en un aumento del calor en todo el cuerpo y es frecuente que los practicantes suden copiosamente, con independencia del clima ambiental. Esta sensación calórica desaparece durante el periodo de apnea, dando paso a un frío intenso y desigual según las partes del cuerpo.
— La práctica del kapalabhati convierte el diafragma en una bomba potente que aspira la sangre venosa y la devuelve al ciclo ya reoxigenada; ello repercute positivamente y de forma inmediata en la sangre arterial que sale del corazón.
— También purifica y mantiene flexible la esponja pulmonar que intensifica los cambios en el proceso metabólico del aire.
— Desde el punto de vista fisiológico, el cerebro se contrae al inspirar y se distiende con cada expiración. Así, al respirar realizamos un masaje cerebral en el sentido físico de la expresión. La respiración ordinaria hace variar el volumen de este órgano entre quince y veinte veces por minuto, en tanto que con las respiraciones rápidas alcanza las ciento veinte variaciones de volumen por minuto. En este sentido, una sesión de kapalabhati produce, literalmente, un masaje cerebral acelerado y acompañado de una acción de bombeo sobre la circulación arterial a la misma velocidad de la respiración. Este proceso administra un torrente de sangre oxigenada que irriga y lava el cerebro, abriendo los capilares y estimulando las glándulas endocrinas, especialmente la hipófisis y la epífisis. Y todo ello sin ningún riesgo añadido, ya que la presión arterial permanece en los límites fisiológicos normales: hay una aceleración de la circulación no un aumento de la presión. Es decir que kapalabhati produce un lavado real del cerebro.

BENEFICIOS
Kapalabhati es un ejercicio para la purificación del pasaje nasal y los pulmones. A pesar de que éste es uno de los seis ejercicios de purificación (kriyas), también es una técnica de prânâyâma.

Se utiliza especialmente para controlar los movimientos del diafragma y para eliminar el espasmo en los bronquios. Por lo tanto las personas que sufran de asma lo encontrarán de mucha utilidad. Es muy útil en la cura del consumo de estupefacientes, elimina las impurezas en la sangre y tonifica los sistemas circulatorio y respiratorio. Kapalabhati es el mejor ejercicio para estimular todos los tejidos del cuerpo. Durante y después de la práctica, es posible sentir una vibración y alegría peculiar, especialmente en los centros nerviosos de la columna. Cuando la corriente nerviosa vital se estimula a través de este ejercicio, toda la columna se convierte en una especie de cable vivo, pudiendo sentirse el movimiento de la corriente nerviosa.
Se eliminan grandes cantidades de monóxido de carbono. La absorción de oxígeno hace más rica la sangre y renueva los tejidos corporales. Más aún, los constantes movimientos de ascenso y descenso del diafragma actúan de forma estimulante para el estómago, el hígado y el páncreas.
CONTRAINDICACIONES
— Afecciones pulmonares declaradas.
— Enfisema.
— Hipertensión arterial.
— Problemas cardiovasculares.
— Períodos de menstruación o embarazo.
— Problemas en los órganos abdominales.
Este ejercicio está sometido a las mismas restricciones que todos los ejercicios de pranayama. Deben abstenerse las personas que sufran de una afección pulmonar declarada. Los cardíacos podrán practicarlo, pero sólo después de un largo período de preparación mediante la respiración con control de los músculos abdominales, etc. En principio con control de los músculos abdominales, etc. En principio, el enfisema no es una contraindicación, porque de todos modos la parte afectada por el mal está irreversiblemente dañada, por lo que Kapalabhati no puede agravarla. Pero el enfisema indica, además, un estado de fragilidad de los pulmones, lo que debe incitar a gran prudencia.
FUENTES:
 “Prânâyâma- Yogadarshana” – Yoga y Meditación (http://www.yogadarshana.tk)
“PRANAYAMA, LA DINAMICA DEL ALIENTO” DE ANDRE VAN LYSEBETH
CIENCIA DEL PRANAYAMA” DE Swami Sivananda

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