Hay una gran cantidad de personas que consultan constantemente por técnicas puntuales de Yoga para reducir estados de ansiedad nerviosa y estrés, hemos decidido plantear de forma sintética un artículo que aborde dicha temática, y hemos desarrollado una serie de cursos donde se desarrollan técnicas específicas de Yoga para recuperar la armonía psicofísica.
El Yoga es una herramienta indispensable para tratar el problema del estrés y la ansiedad, y se complementa perfectamente con cualquier tratamiento médico o psicológico.
Si bien el objetivo del Yoga en sí es alcanzar un estado interior de Paz y armonía profunda por medio de diversas prácticas, no deja de ser utilizable para fines terapéuticos puntuales. Sea como sea las personas que comienzan en la práctica de Yoga se llevan siempre mucho más de lo que esperaban inicialmente. Sorprendiéndose de la amplitud de este milenario conocimiento.
¿Qué es el estrés y la ansiedad?El estrés es un concepto relativamente reciente en la investigación y que involucra diversas disciplinas como la medicina, la biología, la psiquiatría y la psicología, dándonos por tanto una idea de las múltiples facetas que involucra.
El concepto de estrés se asocia a una respuesta que se produce en la persona y que involucra diversas dimensiones de la misma. De esta forma involucra aspectos biológicos, físicos y psicológicos de la persona y también aspectos sociales en la interacción con otras personas.
Se trata de una respuesta de la persona ante un esfuerzo que es sentido por ésta como desbordante de sus capacidades o que amenaza su bienestar físico o psicológico y social.
La persona responde con todo de si, siendo particularmente notable la respuesta del organismo, el cual se prepara fisiológica y psicológicamente para hacer frente a tal esfuerzo.Se cree que evolutivamente es una herencia primitiva que compartimos con los animales en general, y que responde al llamado "instinto de lucha o huida". Esto significa que ante la percepción de un peligro inminente que amenaza la integridad física, el organismo todo responde de manera de prepararse para la huida o la lucha. De esta forma se activan respuestas automáticas del sistema nervioso autónomo que activan los recursos físicos del organismo para la defensa o el escape de dicho peligro. Se asocia a esto un estado emocional que llamamos "ansiedad" y que puede derivar en angustia.
Estas respuestas que dependen del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo comprenden la aceleración del pulso cardíaco, el aumento de la presión arterial, la vaso constricción de los vasos sanguíneos, la inhibición de la función digestiva y excretora, el aumento de azúcar en la sangre y la activación del sistema hormonal del organismo. Esta alteración tiene como función permitirle usar al organismo los máximos recursos para la lucha o la huida ante un eventual peligro. Estos peligros originariamente eran del tipo físico, como huir de un animal peligroso, o de alguna catástrofe natural o simplemente el enfrentamiento con otra persona atacante, esto quiere decir que era una respuesta adaptada correctamente al peligro.
Actualmente las condiciones de vida han cambiado. Ya no hay casi animales peligrosos que acechen la integridad de un individuo, sino un ritmo de vida vorágine y vertiginoso que llevan a la persona a sentir este peligro mas a nivel psicológico que físico (por ejemplo miedo a perder el empleo, sobre exigencia en el trabajo, competitividad excesiva, abusos de poder, etc.) . Sin embargo la respuesta del organismo sigue siendo la vieja respuesta evolutiva de luchar o huir, pero que ahora es totalmente desadaptada. Esta respuesta sostenida en el tiempo lleva a un desequilibrio psico-fisiológico que deriva casi inexorablemente en la desarmonía general del cuerpo y de la mente.
Así aparecen enfermedades de origen psicosomático que pueden llegar a ser muy graves. Entre ellas las más comunes son las gastritis que pueden derivar en los casos más graves en úlceras, el asma, los ataques de pánico (cada vez más habituales en todo el mundo civilizado), fobias, irritación de carácter, las enfermedades de la piel como la psoriasis, la contracturas musculares, los problemas de columna, alteraciones del carácter y nerviosismo, constipación, impotencia sexual, etc.
También puede derivar en estrategias muy nocivas de enfrentar situaciones como ser hábitos de fumar, tomar alcohol o comer de forma compulsiva. También puede derivar en diversas adicciones (drogas, juegos, televisión, internet, trabajo, etc.)
El papel del Yoga
El Yoga por medio de sus técnicas y de la regularidad y constancia en la práctica puede ayudar enormemente y, en algunos casos, curar totalmente estas afecciones de origen psicosomático, relajando el sistema nervioso y reeducando las respuestas automáticas del organismo al estrés y ansiedad.
Siempre es recomendable la práctica con la guía de una persona cualificada.
Complementa perfectamente cualquier tipo de tratamiento, y puede servir de gran ayuda para restablecer la armonía interior.
Técnicas utilizadas para el control del estrés y la ansiedad:
Pranayama o Control de la energía vital por medio de la respiración
Diversas prácticas de respiración guiadas por un experto en el tema, conducen rápidamente a armonizar el sistema nervioso, relajándolo profundamente.
Mencionaremos la respiración abdominal como una técnica de las mas sencillas pero poderosas de enorme utilidad para la persona afectada de estrés o ansiedad:
Respiración abdominal
Consiste en una reeducación respiratoria, fomentando la respiración diafragmática. La técnica adecuada es lograr una respiración abdominal lenta y regular.
Se efectúa en la postura de relajación o savasana (nombre sánscrito).
Unos pocos minutos de esta práctica correctamente efectuada son suficientes para equilibrar el sistema nervioso, calmando y relajando los estados emocionales disfóricos y reduciendo los efectos nocivos del estrés sostenido en el organismo.
Relajación Consciente y Profunda
Consiste en un entrenamiento progresivo de la mente en la relajación muscular consciente y profunda. Se incorpora con la práctica el hábito de permanecer relajado ante situaciones de conflicto, respondiendo de una manera efectiva, y adaptada a la situación. Se efectúa en la postura de relajación o savasana y en combinación con la respiración abdominal.
Por otro lado su práctica regular lleva a un nuevo despertar de la consciencia, la mente se vuelve positiva y clara en su pensar habitual.
Elimina los efectos nocivos sobre el organismo del estrés y la ansiedad sostenidos, disminuyéndolos considerablemente. Permite reencontrarse con la salud y con la paz y armonía interior.
Se basa en profundos efectos a nivel psico-fisiológico avalados por las disciplinas científicas y muy utilizado en diversas psicoterapias.
Meditación
Si bien la meditación apunta a un objetivo diferente del específico a este tópico particular, resulta sumamente positiva su práctica para las personas que padecen de estados de estrés y ansiedad, pues calma la mente, reestablece la armonía psico- físico-social de la persona. Fomenta los procesos de rejuvenecimiento de los tejidos del cuerpo y relaja de forma profunda y duradera el sistema nervioso en su conjunto, liberándolo progresivamente de los síntomas debidos al estrés y ansiedad sostenidos en el tiempo.
Por último mencionaremos que la práctica de la meditación ayuda a un progresivo establecimiento de relaciones positivas con el otro, no basadas en la dependencia neurótica, generando un clima social de armonía en el entorno.
FUENTE: artículo escrito por el maestro de Hatha Yoga y psicólogo PABLO VILARIÑO en: www.hatha-yoga.com.ar
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