DEL SINDROME DE DOWN
Hoy todavía existe mucho desconocimiento acerca de este tema. Socialmente y lamentablemente, a veces, la discapacidad mental parecería un impedimento para desarrollar otras capacidades. El universo de las discapacidades mentales son tan variadas desde el punto de vista de su etiologia como desde el punto de vista de la gravedad, todos los casos no son iguales y tampoco existe una regla general para todos.
El SÍNDROME DE DOWN es un trastorno genético caracterizado por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad psíquica congénita y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían.
Esta condición hace que el paciente pueda tener y desarrollar ciertas patologías como cardiopatias, transtornos intestinales, endocrinos, de visión , de audición y hasta odontologicos.
Todos los niños precisan de estímulos para el correcto desarrollo de sus capacidades motrices, cognitivas, emocionales y adaptativas.
Los niños con Síndrome de Down no son una excepción, aunque sus procesos de percepción y adquisición de conocimientos son algo diferentes a los del resto de la población: Las capacidades visuales de los niños con Síndrome de Down son, por ejemplo, superiores a las auditivas, y su capacidad comprensiva es superior a la de expresión, por lo que su lenguaje es escaso y aparece con cierto retraso, aunque compensan sus deficiencias verbales con aptitudes más desarrolladas en lenguaje no verbal, como el contacto visual, la sonrisa social o el empleo de señas para hacerse entender. La atonía muscular determina también diferencias en el desarrollo de la habilidad de caminar, o en la motricidad fina.
Todos esos aspectos deben ser contemplados en programas específicos de atención temprana (durante los primeros seis años de vida) para estimular al máximo los mecanismos adaptativos y de aprendizaje más apropiados. Intentar enseñar a leer a un niño con Síndrome de Down utilizando métodos convencionales, por ejemplo, puede convertirse en una tarea muy difícil, si no se tiene en cuenta su superior capacidad visual.
MATÍAS VON RENTZELL fue alumno de la profesora Chris Lavalle y ahora es profesor de su instituto. |
Es realmente muy importante la metodología con la que iniciaremos y llevaremos a delante la practica.
Existen estrategias utilizadas por los profesionales de Educación Física Especial que sirven para adaptarlas a la practica de yoga con estos alumnos.
Ellas son:
-Apoyo físico: puede implicar tomar al niño/a/alumno de la mano y acompañarlo físicamente en la realización de la tarea.
-Apoyo gestual: Son indicaciones desde los gestos y ademanes.-Apoyo verbal: consisten en instrucciones sencillas dadas de palabra. Pueden utilizarse en combinación con los gestuales y físicos.
-Demostración: mostrar el ejercicio o la pose previa de la actividad.
-Paso a paso: Procedimiento que se aplica para enseñar habilidades nuevas. Es necesario definir la tarea a realizar y subdividirla en pequeños pasos sucesivos.
Las terapias de estimulación precoz y el cambio en la mentalidad de la sociedad, están suponiendo un cambio cualitativo positivo en sus expectativas vitales.
Las actividades creativas y deportivas ayudan muchísimo en el desarrollo de las capacidades del paciente con esta condición por eso son siempre recomendadas a las familias responsables.
Incluso la competencia deportiva hace que se afirmen en el plano físico de convivencia y en el plano emocional.
En los últimos años se han incorporado ademas terapias físicas con animales, con delfines, caballos y perros especiales, llamadas "zooterapia" , altamente recomendable, ya que estos seres pueden compartir el inmenso amor que traen consigo creando un estrecho vinculo con el paciente.
Ahora bien, no es una tarea del todo fácil, pero tampoco imposible, adaptar la practica de las técnicas del yoga para personas con SÍNDROME DE DOWN, desde un comienzo.
La cercanía y colaboración de la mama en la practica puede ser de gran ayuda para el avance del paciente-alumno, sobre todo en la primera etapa.
El docente de cualquier disciplina física y en este caso de yoga, debe estar en contacto con los profesionales médicos que atienden al alumno y seguir detalladamente su historia clínica para ser uno más dentro del marco de su crecimiento a todo nivel. Al igual que todos los que desean hacer yoga, es imperativo presentar un certificado de aptitud psicofísica del paciente.
Es aconsejable aprender a descubrir como padres, docentes, médicos, etc. cómo poder estimularlos desde que son bebes y hacer un seguimiento más preciso de sus necesidades básicas para poder detectar como van respondiendo ante determinados estímulos.
Cada uno es un ser individual y con distintas necesidades y capacidades como todos los demás. Por eso también en una primera etapa es conveniente el trabajo individual con cada uno de ellos para conocerlos mejor y de a poco ir incorporando algunas técnicas, no necesariamente de yoga, sino de actividad física y deportiva en general, induciéndolos a juegos, o actividades que los ayuden primero a desinhibirse y empezar a mostrar sus potencialidades y por este lado también conocer sus necesidades.
Desde lo lúdico cualquier niño tiende a copiar lo que hace el otro y es allí donde paulatinamente se van realizando asanas y ellos las van asimilando tratando de imitar al que está al lado. Muchos niños con síndrome de down son muy flexibles: algo que debe tenerse muy en cuenta para la introducción de cualquier disciplina corporal y para el yoga.
Como para cualquier otro niño, la música es un buen instrumento para fomentar el desarrollo corporal. Algunos respiran mal, tienen problemas de concentración, de coordinación, problemas en el lenguaje. El yoga contribuye a mejorar estos problemas. En una primera etapa la utilización de mudras los divierte y también cantar algunos mantras como el OM y otros no necesariamente en sánscrito, los motiva para lograr una mayor concentración y una mejor dicción.
Si están demasiado dispersos al tratar de hacer algunas de las asanas se los deja fluir y no se les exige. Dado que el yoga no es competencia, cada uno necesita un tiempo distinto al del otro y hay que respetarlo.
La realización de las distintas técnicas de respiración, diafragmática, intercostal, clavicular, circular, completa, cuadrada y yóguica; y de pranayamas son los primeros pasos para obtener un mejor funcionamiento del aparato respiratorio, las cuales colaboraron para estimular psicológicamente como así también mentalmente.
Entendiendo que el yoga es unión sera altamente recomendable incorporar sus técnicas adapatadas de asanas, pranayama, relajación y hasta la meditación al tratamiento integral de un ser con "síndrome de down".
Con un entorno basado en la aceptación, en la adaptación de los métodos de aprendizaje y en la virtud de la diversidad se está dotando a las personas con Síndrome de Down de la autonomía suficiente como para trabajar, vivir en pareja o desarrollar habilidades artísticas impensables hace muy poco tiempo.
Actividad física y síndrome de down
El siguiente artículo fue publicado en “Hand in Hand: A publication of the Down Syndrome Research Foundation,” (Burnaby, BC, Canadá), 2003.
Durante su etapa escolar, los niños con síndrome de Down han de ser instruidos y animados a valorar un estilo de vida activo. Las clases de educación física que con frecuencia han adoptado un estilo de tipo corrector, tienen que convertirse en un abanico de actividades que anime a los alumnos a desarrollar sus habilidades motoras y a mejorar su forma física.
Eso significa que los niños han de ser “educados en lo físico”, es decir, la enseñanza ha de proporcionar todo un conjunto de experiencias de aprendizaje que les haga incorporar actitudes positivas, y les anime a adoptar un estilo de vida activo. Esto implica algo más que simples ejercicios “especiales” y juegos rutinarios. He aquí algunas sugerencias que pueden ayudarles.
Desarrollar habilidades para realizar toda una diversidad de actividades físicas
Si se les proporciona unos patrones de habilidades motoras fundamentales que se ajusten a su edad, se pondrán los cimientos para que puedan desarrollar después nuevas habilidades y para que mantengan su movilidad y agilidad. Hay que enseñarles a que comprendan cómo se mueven, y animarles a que valoren y disfruten el sentirse activos.
Desarrollar la forma física
Existen diversos tipos de programas para desarrollar la forma física, pero puede ser más conveniente establecer simplemente un protocolo para pasear o un juego que exija correr en el parque de forma regular. Los adolescentes pueden disfrutar participando en clases de aerobic o de gimnasia para mantener la forma. Con independencia del programa elegido, lo obligado es que desarrollen actitudes positivas para conseguir continuidad en los períodos de ejercicio. Por supuesto, las actividades que se escojan no han de poner en riesgo la salud del niño, han de ser fácilmente accesibles, ser divertidas, y encajar en su estilo de vida. Se ha de empezar asociando esas actividades con la buena salud, de modo que después el niño adquiera cierto conocimiento acerca de las actividades sobre las cuales ha de basar sus próximas preferencias.
Desarrollar la participación de un modo regular
Ya que a veces se restringen las oportunidades para los que tienen síndrome de Down, es necesario conseguir pronto que sean integrados con los demás. La participación se inicia con el aprendizaje de habilidades en la escuela y dentro de la familia, y después se amplía la participación en la comunidad urbana. Ha de existir una buena asociación entre las experiencias que se ofrecen y las habilidades que se enseñan, porque habilidades sin oportunidades de experimentarlas pueden convertirse en aburridas. Concentrar el esfuerzo en una sola actividad o competición puede limitar las oportunidades. Lo que se necesita es el desarrollo de una base amplia de habilidades físicas y de experiencias que ofrezcan rangos diversos de oportunidades y redes sociales (p. ej., torneos, campeonatos) para practicarlas. Pueden surgir así también amistades y situaciones en que se comparta la diversión del juego.
Desarrollar conocimiento y comprender el movimiento en las actividades físicas
Los niños con síndrome de Down necesitan también aprender a “sentir” su movimiento. Estos “sentimientos” de su movimiento les ayuda a desarrollar un conocimiento que entonces pueden traducirlo en información “feedback”, para que puedan repetir el movimiento o la secuencia de movimientos convirtiéndolos en una habilidad o actividad. Este “sentimiento” o cinestesia es un factor importante para aprender movimientos, y puede hablarse de él y enseñarlo para incrementar la percepción de su propio cuerpo.
Desarrollar un sentido de valores en la actividad física y en su contribución a la salud
El ser físicamente activo tiene que ser visto como parte valiosa del estilo de vida de uno mismo. Para que la actividad física alcance ese papel valioso en las vidas de las personas con síndrome de Down, deben sentirse apoyadas para sentirse bien consigo mismas al moverse de un sitio a otro, al intentar nuevas actividades, al conseguir resultados de sus experiencias y de sus logros, y al divertirse desarrollando esa actividad en su familia o con sus amigos. Estos elementos de participación serán después fuente de motivación para practicar y refinar sus habilidades y aceptar nuevos retos, y la mayoría de ellos seguirán manteniéndose activos.
Los adultos con síndrome de Down rara vez eligen o participan de una manera regular en actividades físicas de entretenimiento. Eligen preferentemente ver la televisión u oír música. La natación es una actividad popular pero su participación es irregular y no duradera. Suele haber también barreras para que participen de modo natural en los sistemas habituales de transporte, debido a que el equipamiento o los apoyos son insuficientes, con lo cual se limita las oportunidades de las que muchos adultos podrían disfrutar para tener una vida más activa.
Cada vez se tienen más en cuenta actualmente los modelos que conforman la calidad de vida a la hora de ofrecer servicios a las personas con discapacidad intelectual. El sentirse bien físicamente es uno de los aspectos de estos modelos, que han de incorporar varios factores como son la salud, el sentirse en forma, la movilidad y la seguridad.
Hay otros aspectos de los modelos de calidad de vida que se apoyan en las habilidades motoras – por ejemplo, la movilidad tiene que ver con “sentirse bien socialmente” porque da capacidad para ser independiente y moverse de un sitio a otro dentro del ambiente comunitario. El uso regular de las actividades motoras es lo que permite que se mantenga esta movilidad y esta participación, por lo que han de ser intensamente ejercitadas.
Tradicionalmente, se han desarrollado programas para que las personas con síndrome de Down sean capaces de superar las barreras que se construyen socialmente. Estas barreras significan que, a menudo, los programas se centran en una actividad restringida y con pocas expectativas, para que no rebasen los límites de la experiencia percibida.
¡Es ya hora de cambiar! Tienen que hacerse cambios que sean creativos y atractivos para los adultos con síndrome de Down. Los programas han de ser dinámicos para favorecer al máximo el desarrollo de las habilidades físicas, para que comprendan la actividad que realizan, y para que den valor al hecho de ser y sentirse un participante continuadamente activo.
Los profesionales expertos en programas de entretenimiento y tiempo libre han de ofrecer programas variados de actividad física para poder elegir. Y habrán de aconsejar de forma individual, en función de las características de cada participante. Para ello habrán de tener un inventario de los clubes y organizaciones que existen en cada comunidad. Actuarán como consejeros personales para ayudar a elegir el programa que mejor se ajuste a cada uno.
El mensaje final es el siguiente: mantener la salud a lo largo de la vida y controlar la tendencia a la obesidad pasa por la necesidad de desarrollar habilidades motoras, y por conocer y comprender el papel que la actividad física desempeña en el logro de estos objetivos. Esto es válido tanto para los niños como para los adolescentes y adultos con síndrome de Down.
Actividad física y síndrome de down
El siguiente artículo fue publicado en “Hand in Hand: A publication of the Down Syndrome Research Foundation,” (Burnaby, BC, Canadá), 2003.
Durante su etapa escolar, los niños con síndrome de Down han de ser instruidos y animados a valorar un estilo de vida activo. Las clases de educación física que con frecuencia han adoptado un estilo de tipo corrector, tienen que convertirse en un abanico de actividades que anime a los alumnos a desarrollar sus habilidades motoras y a mejorar su forma física.
Eso significa que los niños han de ser “educados en lo físico”, es decir, la enseñanza ha de proporcionar todo un conjunto de experiencias de aprendizaje que les haga incorporar actitudes positivas, y les anime a adoptar un estilo de vida activo. Esto implica algo más que simples ejercicios “especiales” y juegos rutinarios. He aquí algunas sugerencias que pueden ayudarles.
Desarrollar habilidades para realizar toda una diversidad de actividades físicas
Si se les proporciona unos patrones de habilidades motoras fundamentales que se ajusten a su edad, se pondrán los cimientos para que puedan desarrollar después nuevas habilidades y para que mantengan su movilidad y agilidad. Hay que enseñarles a que comprendan cómo se mueven, y animarles a que valoren y disfruten el sentirse activos.
Desarrollar la forma física
Existen diversos tipos de programas para desarrollar la forma física, pero puede ser más conveniente establecer simplemente un protocolo para pasear o un juego que exija correr en el parque de forma regular. Los adolescentes pueden disfrutar participando en clases de aerobic o de gimnasia para mantener la forma. Con independencia del programa elegido, lo obligado es que desarrollen actitudes positivas para conseguir continuidad en los períodos de ejercicio. Por supuesto, las actividades que se escojan no han de poner en riesgo la salud del niño, han de ser fácilmente accesibles, ser divertidas, y encajar en su estilo de vida. Se ha de empezar asociando esas actividades con la buena salud, de modo que después el niño adquiera cierto conocimiento acerca de las actividades sobre las cuales ha de basar sus próximas preferencias.
Desarrollar la participación de un modo regular
Ya que a veces se restringen las oportunidades para los que tienen síndrome de Down, es necesario conseguir pronto que sean integrados con los demás. La participación se inicia con el aprendizaje de habilidades en la escuela y dentro de la familia, y después se amplía la participación en la comunidad urbana. Ha de existir una buena asociación entre las experiencias que se ofrecen y las habilidades que se enseñan, porque habilidades sin oportunidades de experimentarlas pueden convertirse en aburridas. Concentrar el esfuerzo en una sola actividad o competición puede limitar las oportunidades. Lo que se necesita es el desarrollo de una base amplia de habilidades físicas y de experiencias que ofrezcan rangos diversos de oportunidades y redes sociales (p. ej., torneos, campeonatos) para practicarlas. Pueden surgir así también amistades y situaciones en que se comparta la diversión del juego.
Desarrollar conocimiento y comprender el movimiento en las actividades físicas
Los niños con síndrome de Down necesitan también aprender a “sentir” su movimiento. Estos “sentimientos” de su movimiento les ayuda a desarrollar un conocimiento que entonces pueden traducirlo en información “feedback”, para que puedan repetir el movimiento o la secuencia de movimientos convirtiéndolos en una habilidad o actividad. Este “sentimiento” o cinestesia es un factor importante para aprender movimientos, y puede hablarse de él y enseñarlo para incrementar la percepción de su propio cuerpo.
Desarrollar un sentido de valores en la actividad física y en su contribución a la salud
El ser físicamente activo tiene que ser visto como parte valiosa del estilo de vida de uno mismo. Para que la actividad física alcance ese papel valioso en las vidas de las personas con síndrome de Down, deben sentirse apoyadas para sentirse bien consigo mismas al moverse de un sitio a otro, al intentar nuevas actividades, al conseguir resultados de sus experiencias y de sus logros, y al divertirse desarrollando esa actividad en su familia o con sus amigos. Estos elementos de participación serán después fuente de motivación para practicar y refinar sus habilidades y aceptar nuevos retos, y la mayoría de ellos seguirán manteniéndose activos.
Los adultos con síndrome de Down rara vez eligen o participan de una manera regular en actividades físicas de entretenimiento. Eligen preferentemente ver la televisión u oír música. La natación es una actividad popular pero su participación es irregular y no duradera. Suele haber también barreras para que participen de modo natural en los sistemas habituales de transporte, debido a que el equipamiento o los apoyos son insuficientes, con lo cual se limita las oportunidades de las que muchos adultos podrían disfrutar para tener una vida más activa.
Cada vez se tienen más en cuenta actualmente los modelos que conforman la calidad de vida a la hora de ofrecer servicios a las personas con discapacidad intelectual. El sentirse bien físicamente es uno de los aspectos de estos modelos, que han de incorporar varios factores como son la salud, el sentirse en forma, la movilidad y la seguridad.
Hay otros aspectos de los modelos de calidad de vida que se apoyan en las habilidades motoras – por ejemplo, la movilidad tiene que ver con “sentirse bien socialmente” porque da capacidad para ser independiente y moverse de un sitio a otro dentro del ambiente comunitario. El uso regular de las actividades motoras es lo que permite que se mantenga esta movilidad y esta participación, por lo que han de ser intensamente ejercitadas.
Tradicionalmente, se han desarrollado programas para que las personas con síndrome de Down sean capaces de superar las barreras que se construyen socialmente. Estas barreras significan que, a menudo, los programas se centran en una actividad restringida y con pocas expectativas, para que no rebasen los límites de la experiencia percibida.
¡Es ya hora de cambiar! Tienen que hacerse cambios que sean creativos y atractivos para los adultos con síndrome de Down. Los programas han de ser dinámicos para favorecer al máximo el desarrollo de las habilidades físicas, para que comprendan la actividad que realizan, y para que den valor al hecho de ser y sentirse un participante continuadamente activo.
Los profesionales expertos en programas de entretenimiento y tiempo libre han de ofrecer programas variados de actividad física para poder elegir. Y habrán de aconsejar de forma individual, en función de las características de cada participante. Para ello habrán de tener un inventario de los clubes y organizaciones que existen en cada comunidad. Actuarán como consejeros personales para ayudar a elegir el programa que mejor se ajuste a cada uno.
El mensaje final es el siguiente: mantener la salud a lo largo de la vida y controlar la tendencia a la obesidad pasa por la necesidad de desarrollar habilidades motoras, y por conocer y comprender el papel que la actividad física desempeña en el logro de estos objetivos. Esto es válido tanto para los niños como para los adolescentes y adultos con síndrome de Down.
YOGA, GRAN AYUDA PARA NIÑOS
CON NECESIDADES ESPECIALES
CON NECESIDADES ESPECIALES
http://manhattan.ny1.com - Una antigua forma de ejercicio para el cuerpo y el alma se está utilizando para ayudar a mejorar las vidas de niños con necesidades especiales. Para Hiro Saburi, de cinco años, el estar sentado tranquilamente aunque sea por unos minutos, no es una tarea fácil. Este niño, de Queens (Nueva York, EE.UU) tiene autismo. “Él anda de aquí para allá. Es hiper activo y quería calmarse, pero no sabía cómo hacerlo”, dijo Mika Saburi, la madre de Hiro. Con cada respiración consciente en la pausa de cada estiramiento, Hiro está aprendiendo cómo el cuerpo y la mente están unidos. Durante los últimos dos años ha estado practicando una disciplina que se remonta a la antigüedad, pero con un moderno enfoque que atiende a niños con necesidades especiales, como la suya. Se llama “Yoga para el Niño Especial”. “Ellos pueden concentrarse mejor, aprenden más rápido y llegan a estár más pacíficos, dijo Sonia Sumar, fundadora de la disciplina “Yoga para el Niño Especial” en la década de 1970 después de dar a luz a una niña con Síndrome de Down. A pesar de que la pequeña murió a los 15 años, Sumar pudo enseñarle a su hija los conceptos básicos de yoga que mejoraron la calidad de la corta que vida que vivió.
Sonia Sumar entrena a terapeutas ocupacionales y físicos y a profesores en el Instituto de Yoga Integral en el West Village. Ha hecho de éste el trabajo de su vida, viajando por el mundo, ayudando a los niños con necesidades especiales. “Al trabajar con todos los niños de todo el mundo, se llena el vacío que su ausencia me dejó, y la siento a ella conmigo todo el tiempo, inspirándome”, dijo Sumar.
Pero no siempre es fácil. Esta tarde, Hiro no hizo bien su sesión de 30 minutos, sin embargo aún practicando sólo un poco yoga, se aprecia su efecto calmante. “La forma en que se equilibra la mente y el cuerpo es beneficiosa”, dijo Mika Saburi. “Se trata de una tarea que conecta alma con alma. Al establecer este tipo de relación con alguien, no hay limitaciones”, dijo Sumar. La madre de Hiro espera que el yoga, hará que la transición de su hijo al kindergarten en el próximo otoño, sea más agradable y su vida mucho más fácil.
Pero no siempre es fácil. Esta tarde, Hiro no hizo bien su sesión de 30 minutos, sin embargo aún practicando sólo un poco yoga, se aprecia su efecto calmante. “La forma en que se equilibra la mente y el cuerpo es beneficiosa”, dijo Mika Saburi. “Se trata de una tarea que conecta alma con alma. Al establecer este tipo de relación con alguien, no hay limitaciones”, dijo Sumar. La madre de Hiro espera que el yoga, hará que la transición de su hijo al kindergarten en el próximo otoño, sea más agradable y su vida mucho más fácil.
LIBROS RECOMENDADOS:
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http://www.yogaportalinfo.com/index.html
www.fundacionyoga.es/yoga-y-discapacidad
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http://sindowntpcef.blogspot.com/
http://mikarate-do.blogspot.com/2011/08/el-karate-como-medio-de-mejora-de.html
http://noticiasvina.blogspot.com.ar/2012/09/yoga-ayuda-ninos-con-necesidades.html
PROFESORA CHRIS LAVALLE ESPECIALISTA EN DISCAPACITADOS. CON MAS DE 30 AÑOS DE EXPERIENCIA EN YOGA. Tel: ( 5411) 4962 0957 l Tel. Celular: 15 56039724 Teléfono (desde el exterior) 54 9 11 56039724- "LOS DISCAPACITADOS Y SUS PADRES" DE LEO BUSCAGLIA
- "Diccionario enciclopédico de educación especial (4 vol.)". Diagonal Santillana. Madrid. 1985.
- RIOS, M y otros: Actividad Física Adaptada: "El juego y los alumnos con discapacidad"
- TORO,S , ZARCO, J.A.: Educación Física para niños y niñas con necesidades educativas especiales. Ed. Aljibe.
- GARCIA DE MINGO, J.A.: Actividades físicas y deporte para minusválidos. Campomanes, Campomanes deporte. Madrid. 1992.
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espaciochrislavalle@yahoo.com
- YOGA Y ESTIMULACION PARA PERSONAS CON NECESIDADES DIFERENTES. YOGA INTEGRAL PARA TODAS LAS DISCAPACIDADES.
Excelente artículo ! Soy Mamá de una nena de dos años con Sd y profesora de yoga. De a poco la voy animando a hacer conmigo algunas posturas simples con excelentes resultados
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